Liam despertó por el incesante ruido del despertador.
Arrastró sus pies por el enorme penhouse que su padre le había comprado hace tres años.
Según el castaño era 'innecesario' pero Geoff insistía en querer lo mejor para su hijo.
Liam se sentó en la barra de desayuno con un plato de cereales, mientras le agregaba leche a su comida hecho una mirada a el reloj sobre la heladera para notar que todavía faltaba una hora y media para entrar a su trabajo.
Suspiró, bien, él prefería levantarse temprano y tener tiempo de sobra que llegar tarde al trabajo y dar una mala impresión.
No, él no era asi.
Desde pequeño Liam sabia que meterse en problemas y hacer travesuras no era lo suyo, él era muy sereno y paciente. Era practicamente imposible ver a Payne enfurecido y siendo un maleducado.
Todo eso hablando sobre el ámbito profesional, claro esta.
Con sus amigos él era bastante distinto; Amaba beber, no emborracharse a tal punto de ni siquiera saber su nombre, pero si consumir algunos vasos de cerveza como para volverse un joven divertido y despreocupado por un par de horas.
El ojimiel caminaba por las frías calles de Londes con rumbo a la estación de tren, como todos los días de semana.
Su padre también había propuesto comprarle un auto, pero Liam se negó rotundamente, argumentando que no hacia falta que gastara más dinero en él , y que si quería, él podría comprarse uno.
Pero no estaba interesado en hacerlo de todos modos. Liam disfrutaba viajar en el tren, la mayor parte del tiempo iba vació en sus horarios laborales, además le ayudaba a despertarse y a no alejarse del mundo real.
Una suave brisa helada choco en la cara del joven que al mismo tiempo se ajustaba su largo saco mientras subía los pocos escalones para llegar a la estación.
Giró su rostro a la derecha para admirar el enorme espacio de la estación.
Era un lugar bastante grande honestamente.
Se acercó a la boleteria y sacó su boleto antes de agradecerle a la cajera y despedirse.
Miró su reloj de muñeca, aún tenia media hora libre.
Tal vez ajustar el despertador tan temprano no fue muy conveniente.
Sin saber que hacer se sentó en una de las bancas que estaba frente a las vías del tren y se dedico a observar su celular por un tiempo.
Hasta que...
Escuchó la hermosa melodía de un violín muy afinado, tocando una canción suave y delicada que, para aquellos que prestaran atención, era una dulce canción proveniente de un instrumento tan único como lo era aquel.
Liam se quedó disfrutando de aquel acorde hasta que se percato que aquel sonido no venia de muy lejos si no que con tan solo voltear su mirada a la derecha, tenia al músico.
El corazón de Liam se detuvo.
Todo al rededor pareció volverse negro y los movimientos de ese muchacho se volvieron en cámara lenta.
En toda su vida, Liam jamás había visto a un joven tan hermoso, parecía irreal; Tenia el pelo negro largo, rapado a los costados con todos los mechones de su pelo acomodados a la izquierda de su cabeza, desde lejos se podían notar sus largas y abundantes pestañas que parecían cubrir sus ojos, su mandíbula estaba adornada por una fina capa de barba que lo hacia ver duro pero atractivo mismo tiempo, su nariz se ajustaba a la perfección de sus demas facciones, y su cuerpo, parecía tan diminuto, que Liam pensaba que podia hacerlo desaparecer entre sus brazos.
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El violinista de la Estación / Ziam One Shot/ (Smut)
Fiksi RemajaLiam concurre todos los días a tomar el tren, hasta que un día algo cambia en la estación.