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Capítulo 13: ¡Sorpresa! ... ¿Sorpresa?

NARRA CAROLINE.

Después de todo lo que habíamos planeado, el plan se fue abajo, no fuimos donde Sophie, sino que todos donde Alli, pero claro, todos no cabían ahí, así que los chicos se fueron la casa donde alojaban y las cinco chicas nos quedamos en casa de Alli...

Al día siguiente...

Volví a mi casa, que para mi sorpresa estaba mi padre... trabajaba de lunes a viernes y llegaba normalmente como a las 6 de la tarde, era raro verlo un día miércoles temprano en casa.

- Hola, hija, ¿cómo estás? - me saludó amable.

- Eeeh... ¿bi-ien? - dije confundida.

- ¿Pasa algo? - dijo mi madre.

- No, claro que no... - dije y abracé a mi padre.

¡Maldición! Lo menos que quería era que mi padre estuviese en casa... Anoche había quedado con Liam que almorzaríamos juntos y así pasar la tarde juntos... Ahora, nuevamente el plan se vino abajo.

- He pedido el día libre para que pasemos un día familiar. - dijo mi padre correspondiendo el abrazo.

- Genial... - dije sin ánimos, realmente quería pasar el dia con Liam. - ¿Y Thomas? - dije evitando temas.

- Debe estar por llegar, se quedó a dormir en casa de un amigo... - dijo mi madre y fingí una sonrisa.

- Estás rara. - dijo mi padre soltándome.

- Es que... nada, olvídenlo. - dije y subí a mi habitación, decidí llamar a Liam...

- Hola, princesa, ¿cómo estás? - respondió al otro lado de la línea.

- Bien, o eso supongo. - dije lannzándome a mi cama.

- ¿Qué pasa linda? - dijo con voz de preocupación.

- Mi papá... está en casa, no podré pasar el día contigo, de verdad lo siento, quería demasiado estar contigo... - dije apenada.

- No te preocupes, preciosa, quizás mañana... - dijo y sonreí, siempre tan tierno.

- Te quiero, Liam... y ahora debo cortar... - dije.

- Está bien, igual te quiero, linda. - corté.

Me senté en la cama, no quería pasar el día con mi padre, no se qué le ha pasado, él suele ser un tanto pesado conmigo... Bueno, ese no es el punto, ahora tedría que lidiar con un día en familia que precisamente no quería, ya que mi pensamiento no iba a estar ahí...

Íbamos a almorzar en casa, algo familiar, sin apuros, me estaba arreglando, algo más de lo normal, ¿por qué? Bueno, por si se me ocurre algún motivo y escaparme un ratito a casa de Sophie y ver a mi chico. Me coloqué unos jeans claritos pegados al cuerpo y una camiseta púrpura con algunas letras, era suelta y de tirantes, ¿en los pies? bueno unas vans a juego con la camiseta, me maquillé natural y me amarré el pelo en una coleta alta. Bajé y mi padre me quedó mirando algo... espantado...

- ¿Qué pasó con mi inocente Caroline? - dijo él, tenía unas ganas de rodar los ojos e ignorarlo, pero simplemente no podía por cosa de respeto, por lo que reí moderadamente.

- He crecido, papá, que tu no te hayas dado cuenta es otra cosa... - dije un poco indiferente.

- Ay, pequeña, no seas así con tu papá. - dijo mi madre y a ella sí que le hice una mueca, con ella podía decir lo que quería y de quien sea, siempre había sido así y ella también sabía de que mi padre no era el mejor del mundo.

Estaba conversando cosas al azar con mi madre cuando apareció Thomas, lo saludé y comencé a jugar con él, estaba dispuesta a no pasar todo el día en las redes sociales, como lo hacía últimamente... pero tocaron el timbre.