VUELME A MI

7

EDA

No puedo negar que por un lado me tomo por sorpresa que el tomara la iniciativa, pero por el otro lo esperaba. La tensión entre nosotros era muy evidente, eso y las hormonas que me daban ganas de que ahora mismo me hiciera suya sobre la mesa.
Aunque también me divertía verlo así de nervioso y sin saber que hacer.
Ahora mismo estábamos ambos concentrados en comer nuestra pasta, pero lo veía hacer muecas como si algo le doliera, algo que me preocupo.

-Serkan, estas bien?? Quieres que te de algo para el dolor de cabeza- le sugerí llamando su atención, sus ojos se encontraron con los míos pero más bien parecía estar mirando mi cabello.

-Tengo algo en el cabello??- le pregunte sonriendo pero el seguía serio.

-No, nada- dijo tomando de su copa, por suerte no me había pedido tomar vino o sino me sería muy difícil mentirle.

-Nadie más que yo puede tocarte- susurro con el entrecejo fruncido mirando su plato, haciendo que se me dificulte tragar ante el recuerdo.

-Que dijiste?- le pregunte sorprendida.

-Amm nada nada- me dijo poniéndose nervioso.

-Nadie más que yo puede tocarte- susurre haciendo que abra los ojos mirándome fijamente, haciéndome sonreír.

-De verdad Serkan? De eso si te acuerdas- le dije sonriendo viendo como se sonrojaba.

-Tu, tu me lo decías?- me pregunto.

-De hecho... tu lo dijiste primero- le dije mientras tomaba de mi copa un poco de agua como si nada pasara viéndolo seguir cada uno de mis movimientos mientras se aclaraba la garganta como por cuarta vez en la noche.

-Amm yo, no tengo un recuerdo claro solo... tu voz en mi cabeza repitiendo eso- me dijo sacándome una risita ante la idea de que el me escuchara todo el día en su cabeza diciendo eso.

-Vaya, aunque supongo que es mejor que no recuerdes el contexto, mucho menos en la oficina- le dije mordiendo mi labio después notando como el los miraba.

-Eda- me llamo después de unos minutos en silencio.

-Que hacíamos tu y yo? De que hablábamos?- me pregunto interesado.

-De todo, tu y yo podíamos a hablar de todo- le dije con una sonrisa nostálgica.

-Te regale una estrella, eso quiere decir que sabes cuanto me gusta la astronomía- me dijo haciéndome asentir mientras me levantaba de la silla.

-Ven- le dije para que me siguiera al que era su despacho, este tenia una salida al jardín y junto a la ventana tenia su telescopio.

-Me gusta- dijo acercándose a su telescopio.

-Lo se- le dije abriendo el ventanal para salir al jardín, sintiendo sus pasos detrás de mi.

-Ah! Mira!- me dijo apuntando al cielo haciéndome sonreír.

-Sirius- le dije notando como ensanchaba su sonrisa.

-Si- me dijo mirándome.

Volvimos a entrar al despacho en silencio, yo cerraba el ventanal mientras él miraba todo aquí.

-Este era mi estudio- afirmó volteando a verme.

-Si- le dije

-Jamas había visto esta edicion- dijo acercándose acercándose escritorio tomando "El Principito" que yo le había regalado.

-Yo te lo regale- le dije haciendo que sus ojos vuelvan a posarse en mi.

-Cuando?- me pregunto volteando la página encontrándose con el dibujo que había hecho.