Por un momento sentí que quería paralizar ese momento, ¿A quién no le gustaría pausar un momento así, no?, cuando pensé que todo iba bien, solo quedaba un empujoncito para el beso, el cambio la cara totalmente, como si algo en ese momento no le agradara.
- ¿Puedes fijarte por donde caminas?- si eso salió de su propia boca, ¿Pueden creerlo?
El comentario de él me molesto más de lo que debería, me separé abruptamente de sus brazos, y salí a paso apresurado de allí, baje rápidamente las escaleras y me dirigí al auto en el que habíamos venido. En ningún momento del viaje alguno de los dos hablo, me pareció tan raro que de un segundo para otro su actitud conmigo cambiara.
Bajamos del auto como si nada, no me interesaba que nos viera alguien, si con tal, ya había echo algo malo, ¿Lo disfrute? Si, pero no tendría que haberlo echo. Entre pero no había nadie, me sorprendió, todo estaba muy tranquilo, me dirigí a mi habitación dejando a Kayl atrás, el no me tendría que haber tratado así, por ello no se merecía que le dijera algo. Al llegar a mi habitación, mi puerta estaba abierta y habían personas, por lo menos dos, se escuchaba un dialogo entre ellas, yo como se imaginaran, ni entre solo me quede escuchando la conversación.
- No pueden haberse ido Ursula-
- Se fueron, el y ella se fueron, ¿Cómo se los diré a sus padres?- Claramente la directora se refería a mis padres.
- Ellos volverán, no creo que se vayan para no volver- Ursula ni siquiera le contestó a su secretaria.
Se escuchaban pasos, estaban por salir de la habitación, pero yo les impedí el paso, tenían que saber que no me había ido para siempre.
- Así que aquí estas niña- dijo la directora
- si, lo siento- dije sin mas
- Mirna puedes dejarnos solas un momento- le ordeno a la secretaria para que se vaya de la habitación, ella se sentó en la cama y me hizo seña para que yo haga lo mismo -El no es lo que aparenta niña- no entendía nada de lo que me estaba hablando
- ¿De que me estas hablando?- le dije con cara de sorprendida.
- Yo se todo lo que pasa en este lugar, se quién entra, quién sale, se en cada momento quién esta y en donde, no es necesario que me mientas- quede sorprendida así que sabia todo, lo de la escapada en el bosque, ahora entiendo porque no nos dijo nada, lo de la biblioteca, hasta lo de hoy.
- Lo siento mucho, si tienes que castigarme con deberes, no me quejare- dije sin más, lo último que quería era que me expulsaran del lugar.
- No lo haré- La mire con cara de sorprendida, ¿Cómo no me castigaría?, luego de haberle faltado el respeto a la institución enfrente de sus narices- no esta mal enamorarse, ni mucho menos tener escapadas con algún amorío, aunque no lo creas yo me enamore, estaba muy enamorada de una persona que estaba casado, teníamos planes juntos mientras el estaba con otra persona. El también estaba enamorado, pero para el momento que se separaría de ella, ella le dio la noticia de que estaba embarazada de un hermoso varón, el por respeto a su mujer y a la familia, decidió terminar todo enamoramiento conmigo y dedicarse por y para su familia, pero eso no es todo, el tenia un enfermedad, y es ahí a donde quiero llegar, Kayle tiene algo muy parecido, es un trastorno, el cual no te puedo contar porque es confidencial, solo quiero decirte que tengas cuidado pequeña, tú más bien sabes que el mundo no es como lo aparentan, ten cuidado- no podía creer lo que me habían contado, tenia un trastorno, el chico que hoy hizo que mi día fuera sensacional, solo por un detalle, el final de la salida.
- ¿Y ese hombre? ¿Nunca más supiste de el?- pregunte intrigada
- No ojala hubiera sabido de él- dijo con la voz entre cortada- solo se que su mujer y el tuvieron un fuerte accidente en el que fallecieron- esa historia ya la había escuchado en otro lado, ¡me lo había dicho Kayle!
- Ese hombre era el padre de Kayle?- dije lentamente, ella solo me miro, asintió sonriendo y despidiendo una lagrima de sus ojos.
Lo único que me salió en ese momento era abrazarla, ella no era mala, ella era alguien buena con el disfraz de una persona mala. Luego de abrazarla se levantó para salir de aquella habitación.
- En 5 minutos te vendré a buscar, tienes que hacerte exámenes psicológicos- la mire muy extrañada- son las rutinas de la institución, y por tus antecedentes es necesario saber si estas bien-
- Entiendo, en 5 minutos estaré lista-
- Solo ten cuidado Bella, no quiero que sufras- dijo ella yéndose, no entendía a que se refería con eso pero no quería preocuparme en este momento
Me prepare y baje, ahí me estaban esperando la directora y dos enfermeros que supongo que eran los que me iban a trasladar a la clínica. Ya estaba por irme pero lo vi, me miraba tan extrañado como si supiera lo que me iban a hacer en ese momento.
- Directora- grito él
- Dígame Evans- dijo con cara de pocos amigos
- Puedo acompañarla?- dijo mirándome, ahora era mi cara la de pocos amigos, me asombra como de un momento para otro cambia conmigo- acuérdese que soy su maestro de modales por el momento-
- Claro que sí Kayle- dijo la directora
Y ahí estábamos nosotros, en un Remis que nos trasladaba a la clínica.
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El internado de los sueños rotos.
Novela JuvenilQuisiera que todo por un momento fuera mentira, como los demás la veían, quisiera que los golpes e intentos de violación por parte del novio de mi madre nunca hayan ocurrido, quisiera nunca haber pisado ese instituto ni menos a verme enamorado de un...