La vida de los universitarios no es cómo la pintan las películas estadounidenses, y eso lo sabían perfectamente nuestra favorita squad.
—¡Esto es difícil! —molesto lanzó todas las deudas que le llegaron ése mes. Las hojas se esparcieron en la mesa dónde todos comían—. Vivo sólo y parece que mantengo a un rey —comenzó con su lloriqueo molestando a sus amigos o bueno, a uno en especial.
—¡Ve a otro lugar a llorar! Aquí sólo nos darás más pena, de lo que ya nos causas —contesto secó, ignorando las molestas miradas de sus acompañantes. Desde que se reunieron a qué Sero los ayudará con sus cuentas, Denki no dejaba de llorar por sus enormes deudas.
—Bakugo, ¿Estás seguro que esto es tuyo? —miro de reojo al nombrado, regresando casi de inmediato su mirada a la hoja de papel en sus manos.
—Si. ¿Porque?
—Bueno... —acerco la nota con las cuentas ya realizadas al rubio. El contrario la recibió sin reprochar comenzando a leer, observaba tranquilo las cantidades, eran algo grandes, pero no tanto cómo para no pagarlas, hasta qué comenzó a bajar un poco más. Las pequeñas deudas se convirtieron en unas extravagantes, logrando un escalofrío en todo el cuerpo del chico—. No puedo creer que todos tengan deudas tan grandes ¿Acaso no saben medirse? —suspiro cansado recargando su rostro en una de sus palmas observando a sus amigos con líos de dinero.
Algunas veces pensaba en cobrarles a sus amigos por ayudarlos en sacar cuentas, pero con sus grandes deudas, será algo cruel de su parte. Ser el único contador tenía sus desventajas.
—Necesitamos una solución para esto —opino dejando a un lado la larga lista de deudas. Kirishima aunque tenía mucho que pagar, no había perdido la cordura cómo sus amigos, uno de ellos debía dar soluciones y no causar más alborotó—. Mes tras mes obtenemos más deudas, nuestros sueldos ya no cubre todo. Si seguimos así, moriremos de hambre.
—Tiene razón, necesitamos soluciones. Seguir llorando y lamentarse no resolverá nada —todos guardaron silencio pensando en alguna solución que los ayudará.
—¡Yo tengo una! —alzo su mano eufórico con una sonrisa de lado a lado, los demás lo miraron le prestaron atención dejándolo continuar—. ¿Y si vendemos un órgano?
—¡Tienes razón! Nos darán mucho dinero por tu cerebro casi nuevo —contesto frío no sin antes brindarle un golpeé en la cabeza —. ¿Alguien tiene otra idea, NO tan estúpida?
—Podemos vender objetos que ya no utilizamos.
—Eso ya lo hicimos, y no terminó muy bien —delataron a Sero con su molesta mirada, aunque este ni se inmuto bebiendo su malteado relajado.
—No me miren así... Sólo no recordaba dónde había guardado mis polvitos —sonrió divertido recordando cómo fueron arrestados al encontrar droga en un peluche que estaba vendiendo.
—Necesitamos algo que nos beneficie, y no nos meta en la cárcel.
—La vieja tenía razón, no debí independizarme —murmuro, observo fastidiado a sus amigos sin ninguna idea coherente. Ya se imaginaba regresando a la casa de sus padres, para recibir regaños y el "te lo dije" de su progenitora.
—Den ideas al aire, necesitamos algo rápido —ordeno frustrado, su enorme paciencia se estaba agotando.
—¡Hay que vender comida!
—¡Mejor vendamos a Denki!
—¡Oye!
—¡Hay que hacernos tiktokers! —opino Mina. Por el momento esa idea era la más rápida de hacer dinero, o bueno, la que más les agradó a los demás.
—¡No! ¡Yo quiero ser youtuber! —infló sus mejillas desilusionado.
—¡Mejor strippers! —se levantó gritando alegré, llamando la atención de todos los presentes—. Bueno... Se gana dinero más rápido —volvió a sentarse apenado, todos tenían su mirada puesta en el rubio, qué tomaba de su bebida intentando disimular.
El silenció volvió a los presentes, nadie estaba dando una idea buena, sin perjudicar su dignidad. Sus cerebros trabajaban buscando encontrar una gran idea, bueno algunos, otros sólo fantaseaba esperando que alguien diera una buena solución.
Cuándo una "gran" idea llegaba a ellos intentaban decirla, pero reflexionando un poco más, no era tan buena, por lo que se callaban. El incomodo silencio de los chicos fue roto por la idea de Sero.
—¿Y si vivimos juntos?
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𝙳𝚞𝚕𝚌𝚎 𝚑𝚘𝚐𝚊𝚛 | 𝗕𝗻𝗵𝗮
Fiksi Penggemar𝖫𝖺 𝗏𝗂𝖽𝖺 𝗎𝗇𝗂𝗏𝖾𝗋𝗌𝗂𝗍𝖺𝗋𝗂𝖺 𝗇𝗈 𝖾𝗌 𝖼𝗈́𝗆𝗈 𝗅𝖺 𝗉𝗂𝗇𝗍𝖺𝗇 𝗅𝖺𝗌 𝗉𝖾𝗅𝗂́𝖼𝗎𝗅𝖺𝗌 𝖾𝗌𝗍𝖺𝖽𝗈𝗎𝗇𝗂𝖽𝖾𝗇𝗌𝖾𝗌, 𝗒 𝖾́𝗌𝗍𝗈 𝗅𝗈 𝗌𝖺𝖻𝗂́𝖺 𝖾𝗌𝗍𝖾 𝗉𝖾𝖼𝗎𝗅𝗂𝖺𝗋 𝗀𝗋𝗎𝗉𝗈 𝖽𝖾 𝖺𝗆𝗂𝗀𝗈𝗌. 𝖣𝖾𝗎𝖽𝖺𝗌, 𝗍𝗋𝖺𝖻𝖺...