El Bondi

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Continuemos con nuestro día.

Imaginemos que estamos en la parada del colectivo.

Eso de paradas con techo o cosas así, nonono acá nos quedamos a la interperie alrededor de media hora para ver a lo lejos como viene a lo que llamamos Colectivo, Bondi, intento de transporte.

Primero, suerte cuando se empieza a formar la fila si no quedaste a lo último para subirte, sí lo sé, unos desesperados.

Para rematar tenés que bancarte la onda del colectivero, y dejame decirte que existen dos grandes grupos, el re buena onda que se charlA hasta con el volante, o el que se quiere tirar por la ventana.

Todo bien cheto hasta ahora una vez que le diste tu boleto al chófer o pasaste la tarjeta.

Ahora lo siguiente, encontrar asiento.

Lo sé, todo un estrés, y digo encontrar o tratar, por que aveces viene lleno y bueno, vas a tener que viajar parado mí rey.

Que si te sentas al lado de la ventana o del pasillo. Una de las peores desiciones de tu vida.

Tenés dos opciones:

O te sentas de manera rápida del lado de la ventana para admirar el hermoso paisaje y los pajaritos cantando.

O vas del lado del pasillo bancandote la panza de los que pasan y que no te metan el chivo en la cara.

Desventajas de ir en la ventana; número uno: siempre pero SIEMPRE cuando te subis al colectivo viene vacío, aaaaaah pero espera a que te toque bajarte, te quiero ver. Seguro que para esa etapa tenés, el pasillo lleno y alguien obviamente sentado a tu lado.

Pedir permiso 25.000 veces para que no quedes onda corte marcial triple hecho papa entre la gente a medio camino de tu salvación.

El olor a poronga que hay ahí adentro es peor que el de tu papá después de salir de baño, y para completar la música, Dios mío, la música, de hace como 10 años atrás o con la radio de la zona puesta.

Todos los días los mismo temas, flaco dale, ponele garra a la cosa y buscate algo mejor.

Tenés a la típica vieja que se queja de los adolescentes y su inrresponsabilidad, las que van con 40 bolsas del supermercado y siempre como hijas de su abuela que son, aprovechan los asientos, y si no, te corren con la mirada y te tenés que levantar como buena persona que sos para que la vieja se siente.

El que se queda dormido es un clásico, es el que grita "¡Pare chófer!" Y el tipo ni bola y sigue.

Las que gritan todo el viaje, las típicas milipili con 25 vasos en las manos onda asthetic tomando su café a la mañana con la barra de Cereal Mix, el de la propaganda chicos.

El pendejo que no se queda quieto y se da vuelta para charlar con sus amigos sobre los juegos del celular y no para de moverse en todo el viaje.

Díganme qué nunca se sentaron al lado de una mamá con el bebé y empezaron a mirarlo para hacerle caras, porque yo sí.

Sentarse al lado de una profesora DE TU COLEGIO, ooooo eso es todo un logro, por ejemplo, a mí me tocaba con la de Química.

El/la que escucha musica onda emo durante todo el viaje, esos son unos de los más tranquis.

Infaltable el que entra para vender cualquier cantidad de porquerías, seguramente con cocaína adentro de los alfajores Tatin.

Detalle que además seguro todos nos sentimos muy pero MUY capos cuando tocamos el botón de que se tienen que bajar. Eso sí que era un logro, me sentía re cheta escuchando como sonaba todo el ruido ese por el colectivo.

Ya deben saber que esto de agarrarse bien fuerte a algo depende de ustedes, es decir... Ojo que cuando arranca el colectivo de golpe, algunos se van a la verga.

También estar atento a que no entren a chorearle a todos es tu trabajo, más de una vez entran la Jenny con el Jonny y se llevan medio local de celular.

Esto de tomar agua es todo un tema, o te mojas completo por pelotudo o te golpeaste la jeta con el pico de la botella.

Comer ni hablar, eso es otro mundo.

Siempre hay uno con pinta media ahí de "te voy a chorear todo" lo sé, ustedes dirán que somos unos paranoicos de mierda, pero es verdad, acá en Latinoamérica te roban hasta el apellido.

Lo peor de todo es que siempre reza porque la persona con aspecto "dudoso" (por no decir que tiene una pinta de que le da a la falopa) lo venís mirando desde que se subió, le pedís a todos los santos que no de siente al lado tuyo. Obvio el universo te re quiere y te toca compartir viaje con el mismo tipo con olor a cigarrillo que te deja K.O.

El aire. El puto aire acondicionado del bondi. Eso era un tema, que si abrían las ventanas en invierno y en verano te mandaban la calefacción, yo no sé si los tipos eran alguna especie de ser que no siente la temperatura o tenían Covid.
La señora que siempre necesita su oxigenación abriendo la ventana y vos que estás atrás te congelas porque hace 20 bajo cero.

Aaaaaah para, eso si llegaba a tener aire el colectivo, si no, o te cagas de frío en invierno o te morís de calor en verano, así funciona la cosa.

Ni hablar de los típicos pitos dibujados en los asientos o los números escritos para que los llamen, sin faltar los corazoncitos de el amor más puro del mundo con una T+J de Te Jodes.

No puede faltar la mina que tiene alcohol en la mochila, pañuelos descartables, agua mineral, todo. Esa que apenas se sienta y ya se baño en alcohol, y lo digo antes de que pasara todo esto de la pandemia.

El que se sube con 50 mochilas. Flaco bajale un cambio, es un colectivo no el flete.
Parece que se mudan los tipos, o sea vienen y arman tremendo quilombo para subir el carrito, el bolso, la mochila, el otro bolso, un poco más y traete el perro para sacarlo a pasear si querés.
De paso mete la heladera así terminas de amueblar el bondi.

Para mí que así funciona la mente del chofer; el colectivo aguanta hasta 40 personas sentadas y mandemosle 15 paradas. Bueno imaginemos que esos son los números según la fábrica y la empresa.
Lo que entiende el chofer: 40 sentados + 25 parados + otros 15 para llenar y todavía queda espacio.
Después mí mamá me pregunta por qué llego tarde a casa.
No perate, el colectivo iba a dos por hora porque eramos como sesenta y pico de negros ahí adentro.

Pero bueno, lo mejor era bajarse y sentir la brisa fresca y el oxígeno volviendo a todo tu ser, ahora lo que sigue; llegar a casa.

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