Recuerdo cuando era pequeña, estar en la sala de estar mi abuela, jugando con unos pequeños cordones que encontré en el patio.
Mis padres habían ido a llevar a mi hermanita bebé al pediatra para un chequeo de rutina.
Recuerdo estar en la sala alfombrada, reseñada de muchos muebles antiguos de madera y rodeada de un ligero olor a polvo y pastillas mezclado con masa de las galletas que mi abuela me había preparado con todo su cariño.
Fue cuando llegó con esa galletas que se sentó en el largo sillón que estaba detrás de mi y puso la charola en la mesita de café que tenía a lado para que yo pudiera alcanzarlas.
- Mi princesa- me dijo- ¿Dónde encontraste esos cordones?
-En tu patio belita.
Pensándolo ahora si silencio día más largo que lo normal, como si estuviera procesando esa información.
Recargando mis manos en la alfombra me puse de pie y me dirigí hacia las galletas que mi abuela había traído y mientras tomaba una de ellas me preguntó.
- Cariño ¿Sabes a donde fueron papás?
Asentí
- Con el doctor de Rosi.
-Si, princesa y ¿sabes por que fueron a verlo?
Yo negué con la cabeza mientras me devoraba una segunda galleta.
-Tus papás fueron a que el doctor les digiera que tan especial es tu hermana.
Supongo que mi abuela debió de ver mi condición en mi cara por que seguido me comentó.
-Cuando algunos niños especiales llegan a cierta edad son llamados a hacer una prueba muy importante, tus papás quieren saber si tu hermana tendrá que hacer esa prueba para irla preparando lo antes posible.
-¿Yo también tendré que hacer esa prueba, belita?
-Bueno, tu caso es curioso, por que el doctor nunca pudo dar un resultado claro.
Recuerdo haberme entristecido un poco, seguramente eso significaba que nunca sería tan especial como mi hermana, sin embargo mi abuela se acerca más a mi y poniendo sus manos sobre mis hombros.
-Cariño, escucha muy bien, jamás intentes hacer lo que tu hermana haga, nunca uses magia y pase lo que pase, no intentes pasar la prueba.
ESTÁS LEYENDO
Ocultarium: Arde el caos
FantasyLas palabras de mi abuela aún me acompañan hasta el día de hoy, "deja de intentarlo" "no quieras ser como tu hermana" y otras desoladoras palabras, sin embargo nunca conocí a un ser más sabio y misterioso que ella, y después del incendio en su casa...