Los hermanos D Deciden aprovechar al Máximo su tiempo juntos la noche anterios al cumpleaños número 17 de Ace, Sabiendo que está es la última vez que se verán en años. Pero, ¿Qué sucede cuando una noche anterior de celebración termina con los dos Ha...
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Era esto. Hoy era el día que todos habían estado esperando durante el último mes. Cada una de las largas sesiones de planificación y los numerosos días de preparación habían conducido a este momento en particular. Por fin, en algún momento dentro de las próximas dos horas, finalmente se encontraría con el único Monkey D. Portgas Jack que se encontraba actualmente a bordo del barco de los Piratas del Pelirrojo que se abría paso rápidamente a través del Nuevo Mundo. Con cada segundo que pasaba, sabían que el niño que habían estado esperando ansiosamente se acercaba cada vez más al lugar al que estaban anclados. ¡Todos a bordo del Moby Dick estaban prácticamente llenos de emoción!
Bueno, todos, excepto el comandante de la segunda división, que parecía decidido a hacer un agujero en la cubierta con su ansioso paso.
- ¿Te siente nervioso?- La voz baja y retumbante sacó a Ace de su propio conflicto interno y, afortunadamente, consiguió que detuviera su implacable ida y vuelta por el suelo de madera. El comandante de la segunda división siguió la fuente de la pregunta hasta su propio capitán/padre, que lo había estado observando con una mezcla de diversión y preocupación.
- Yo.. sí -. El usuario logia se obligó a respirar profundamente antes de hablar, con la esperanza de calmar el torbellino de pensamientos que en ese momento pululaban por su mente. - Tal vez sólo un poco -.
Su viejo asintió con la cabeza en comprensión, aunque el pequeño brillo en sus ojos delataba el hecho de que el hombre había encontrado su comportamiento algo entretenido. - Me lo imagino, con la forma en que estabas desgastando las suelas de tus botas durante la última hora y media -. El viejo capitán dejó escapar una pequeña risa ante sus propias palabras antes de recobrar la sobriedad y continuar con un tono más serio. - ¿Qué te preocupa, hijo mío?
- Bueno, yo- y si... yo sólo...- Ace podía sentir que la tensión dentro de él comenzaba a aumentar de nuevo ahora que había dejado de caminar. Desesperado por algo para sí mismo por la sensación de nerviosismo que lo recorría, se quitó el sombrero y comenzó a jugar con él en sus manos. - Jack viene aquí. Hoy. Como, mierda, mi hijo va a estar aquí pronto y yo- sé que sonó emocionado en la llamada en el den den mushi pero, bueno, nunca nos habíamos conocido en persona antes. ¿Y si él-? ¿ Qué pasa si yo... qué pasa si lo estropeo de alguna manera?- Su agarre en el borde de fieltro se apretó hasta que sus nudillos se pusieron blancos. - ¿Y si termina odiándome?
- Tonterías. Ese chico ya te adora, incluso con la interacción limitada que han tenido hasta ahora. ¿Qué podría hacer que el joven Jack te odie?-
- ¡Hay muchas razones! Por un lado, nunca estuve allí para él. Demonios, no tenía idea de que existiera hasta hace unos meses. Ni una sola vez imaginé que era posible que Lu y yo tuviéramos un niño juntos!- Suspiró mientras sus hombros se hundían. -Nunca debí haberme convertido en padre. Nunca. -
- Si debería ser así o no, no importa ahora. El hecho es que tienes un niño estés preparado o no. Lo único que puedes hacer ahora es ser el mejor padre que puedes ser.-
