Destino (Segunda parte)

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Hoy era un día muy especial para el pequeño izuku, los empleados desde muy temprano organizaban los preparativos para el evento de hoy.

Izuku se encontraba profundamente dormido, abrazado de su conejo de peluche, poco a poco los rayos del sol que se colaban por la ventana despertaron a nuestro pequeño peliverde. Quien poco a poco abrió sus pequeños ojos esmeraldas.

Se levantó y estiro, fue al baño donde se aseo y se cambió para ese día.
-Hoy es el día bunny (no se me ocurrió otro nombre), estoy tan feliz, ya veraz que hoy será un gran día- saltaba de felicidad con el suave conejo de peluche entre sus brazos.

Sus brinquitos secaron, al escuchar los golpes provenientes de la puerta
-Buen día joven amo, el desayuno está listo- la voz de un hombre resonó detrás de la puerta.
-Gracias Richard ya bajo-contesto izuku, arreglo su cama y tomo rumbo hacia el comedor de la cocina.
Al entrar fue recibido por serpentinas y los gritos de todos los empleados que le deseaban un feliz cumpleaños, dos sirvientas le guiaron hacia el comedor donde le aguardaba una pila de Hot Cakes.
-Felicidades señorito, le deseamos lo mejor en este día tan especial- dijo una mujer de mayor edad.
-Muchas gracias a todos, no se como agradecérselos- contesto el pequeño Izuku con lágrimas de felicidad en los ojos.
-No señorito, gracias a usted por iluminar nuestras vidas, por compartir muchos momentos felices con nosotros-respondió Richard con una gran sonrisa.

Después de desayunar y convivir con las personas que apreciaba, fue hacia la oficina de su padre, con la ilusión de encontrarlo ahí, a pesar de que se vieron hace poco al siguiente día debió partir, por algunos asuntos.

Apesar de ser solo un niño sabe perfectamente que su padre es un villano muy reconocido.

Al llegar, toco la puerta, al no ver respuesta inmediata volvió hacerlo una veces más, pero nada, desilusionado regreso a su habitación.

Y paso el resto del día, en ella,Richard trato de animarlo un poco, llevándole un poco de katsudon.
-Joven amo, puedo pasar, le traigo un poco de katsudon-pregunto Richard entrando a la habitación.
Al inspeccionala vio a su pequeño amo, solo frente a la ventana.
-Pequeño izuku, se encuentra bien-
-Papa no vendrá, verdad-
-Me temo que no señorito, lo lamentl mucho
Izuku agacho su cabeza y se giró hacia Richard
-está bien, no hay porqué disculparse, no es la primera vez que no celebramos mi cumpleaños juntos-
Richat dejo el katsudon un lado y se arrodillo a la altura de izuku, lo acurruco entre sus brazos para consolarlo, no soportaba verlo en ese estado tan triste, él ha estado a su cuidado desde que era un bebe y han pasado tantos momentos juntos, que siempre trato izuku como su propio hijo.
-vamos señorito, no este triste, ya vera que su padre llegara para celebrar su cumpleaños.
-muchas gracias Richard- a pesar de solo tener 5 años, izuku comprendía que su padre tenía trabajo que hacer o tenía que resolver problemas con los demas villanos o los héroes.

-Eso es para mí- señalo el plato de katsudon
-así es, pero ya ha de haberse enfriado, vallamos a la cocina a por mas.
-Si- dijo con una sonrisa
Richard no podía estar más feliz al ver esa carita sonriente llena de bondad e inocencia, pero muy en su interior sabia que el futuro de ese pequeño sería desastroso.

Tanto amo y mayordomo bajaron a la cocina a por mas katsudon, ambos pasaron el resto del día jugando y paseando en la mansión, y en ratos ayudando también a los demás empleados en sus actividades quienes le agradecían al pequeño peliverde.

Al caer la noche todos los empleados se reunieron en el gran comedor, junto a izuku,celebrando junto a una torta de cumpleaños.

-Pide un deseo pequeño izuku-dijo una de las cocineras.
Izuku pensó detenidamente su deseo, quería que fuera algo especial, y finalmente despues de pensarlo soplo las velas.
Todos le aplaudieron deseándole una muy buena vida.
-señorito-llamo Richard- le tenemos este humilde obsequió, de parte de todos nosotros- le entrego una caja forrada en color esmeralda con un moño blanco.
Izuku recibió la caja y cuidadosamente quito la envoltura, y dentro de esta se hallaba una pequeña caja de música.
-me encanta, muchas gracias a todos, les prometo que la cuidare muy bien- dijo y se lanzó a abrazar a cada uno.

El Heredero de la LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora