Sol y Luna

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Les recomiendo leer este capitulo con la musica, es opcional, yo me inspire con ella para escribir. Asi que comencemos

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Al principio de la existencia, la oscuridad reinaba infinitamente, no fue hasta que los primeros dioses convocaron dos criaturas divinas a la existencia, el macho Izanagi y la hembra Izanami, y les encargaron la creación de la primera tierra.

Junto a este dos deidades nacieron, las cuales brindarían luz y oscuridad a ese mundo, el sol y la luna, hermanos de nacimiento tan iguales como diferentes, ellos eran Amaterasu la diosa del sol y Tsukuyomi el dios de la luna.

Ambos hermanos amaban la tierra y pasaban mucho tiempo juntos en ese hermoso lugar.
Con el paso de los años los humanos repoblaron la tierra, ambos hermanos convivieron con ellos por un tiempo, ya que al ser dioses tenían estrictamente prohibido vivir entre humanos, pero a pesar que Tsukuyomi y Amaterasu sabían perfectamente que no podían vivir en la tierra eternamente junto a los mortales, aun así seguían pasando tiempo juntos con ellos, sin embrago les preocupaba demasiado dejar todo aquello a lo que ellos llaman hogar, entonces un día Tsukuyomi tuvo la idea de elegir a dos mortales, dos hermanos Kuyén y Suvan, a quienes incrustarían una parte de su ser en su alma, convirtiéndolos en su cuerpo y ojos en la tierra y tendrían la capacidad del poder de la luna y el sol.

El hermano mayor era Kuyén un hombre demasiado extrovertido, bondadoso y compasivo, amado por todos en la aldea, todas la personas le querían pues era una persona de un gran corazón, en cambio Suvan el menor era tímido y reservado, no convivía mucho con quienes le rodeaban a excepción de su hermano, y a consecuencia de estor los demás jóvenes de su edad le intimidaban, pero su hermano siempre lo protegía.

Los dioses vieron el gran amor que los dos hermanos se tenían y ese fue el motivo por el cual los eligieron. Un día se aparecieron frente a ellos y les encomendaron una parte de su poder y con la condición que darían su vida para ser sus ojos y cuerpo de los dioses o por lo menos eso es lo que pensaban.

Los años pasaron y ambos hermanos se emparejaron y tuvieron una gran familia, pero al pasar algunos años más se dieron cuenta que habían dejado de envejecer.

El tiempo siguió y poco a poco fueron perdiendo lo que más amaban y la gente a su alrededor los empezaron a considerar monstruos al ver que no envejecían y entonces tomaron la decisión de alejarse de todos y viajar por todo el mundo.

Con el paso del tiempo fueron descubriendo sus poderes y nuevas habilidades, desgraciadamente al hacerlo causaron estragos en varios lugares así que tomaron la decisión de vivir recluidos de los demás humanos, y vivir simplemente con la compañía del otro.

Se asentaron en lo más profundo de un bosque lejos de todo, Suvan a veces se sentía solo y triste, pero Kuyén siempre encontraba una forma de animarlo diciendo que todo estaría bien, varias veces intentaron comunicarse con los dioses pero ellos nunca contestaron a su llamado, hubo días de tormento y días de felicidad pero siempre el sentimiento de soledad les invadía en lo más profundo de su pecho, la vida eterna tenía un costo demasiado grande.

Vivieron en el bosque pacíficamente por largos años,aprendiendo a controlar mas sus poderes ignorantess a la evolución de la humanidad que cada vez avanzaba cada vez mas y a un ritmo demasiado rápido y no pudieron notarlo hasta que fue demasiado tarde y aquel lugar al que llamaban hogar fue quemado hasta no quedar más que cenizas y ellos no pudieron hacer mucho, esto les obligo a salir y adaptarse al mundo que se estaba modernizando y vivir nuevamente con los demás humanos, cada día que pasaba era un tormento para ellos, pero aún se tenían el uno al otro siendo su propio consuelo.

El Heredero de la LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora