Capitulo 10

237 22 4
                                    

-¿Enserio vas a volver a verlo? – cuestiono Danna

Ella no tomo la mejor noticia de que iba volver a verme con Alejandro, quería escucharlo una vez más, pero sé que en el fondo nada cambiara mi decisión de seguir soltera.

-Sí, una vez más...

Danna tomaba un vaso de agua y me mira con ganas de darme una buena hostia.

-Lo sé, se lo que estas pensando.

-Bien, entonces no tengo por qué decirlo a voz alta.

Me encontraba en un debate con mis sentimientos, me deje seducir por Itzan y ahora que a él le gusto, ya que se que podría estar profundamente enamorado de mi busco huir de el o hacerle volver a ser ese frio hombre y seductor que era el primer día que lo conocí.

-¿Hasta cuando piensas seguir así, cari? – pregunto muy preocupada

Se acerco a mí, jamás le vi así...

-Solamente hablare con él, nunca volveré a estar con alguien que me engaño.

-Estoy hablando de Itzan.

-Joder...

-Estas enamorada de él – susurra

-Itzan es tipo de hombres que solamente me trae problemas, es intenso, ya lo conociste.

-Si, está bastante tenso pero también es loco por ti.

-La locura no tiene nada que ver en esto, cada vez que se siente como si le ignoro o como si no le prestó atención se comporta como un loco, lo que creo es que su ego es dañado.

Danna bufa frustrada.

-Vale, sigue ignorando el hecho que estas enamorada de él, pero luego no lloras...

Se detiene por un momento y da vuelta para mirarme.

-¿Qué?

-¿No han follado en la cocina, verdad?

Quede callada...

-Joder, Ester... esto no te lo perdono en la vida, ya te dije que si vas a traer hombres acá que no follan donde comemos.

-No sabes cuánto lo siento, pero no es para tanto, no volverá pasar nunca más.

***

-Eso es todo para hoy, gente – dije a todos que estaban presentes

Ni siquiera mire a Ester, me dolía hacerlo.

Todos me saludaron y ya salieron de la oficina, le dije a Álvaro que íbamos a tomar unas copas de whiskey en el bar y me estaba esperando.

-¿Itzan?

Ester me llama, eso me presta atención, no es buena idea estar a solas con ella, nunca lo es.

-Lo siento, señorita Expósito, Álvaro me estará esperando.

Ella me mira incrédula.

-No tardara mucho, señor.

Ella bufa molesta.

-No vamos a jugar este juego, Itzan... vamos a hablar como dos personas adultas.

-¿Por qué no quieres cenar conmigo?

-Seré sincera contigo como siempre lo ha sido, tengo que asistir a una cena con Alejandro, necesita hablar conmigo.

-Bien, igual vuelvas con él, ¿no?

-Jamás volveré con él, es una cena y nada más.

Estaba molesto, ardiendo de celos, pero también estaba sufriendo.

-Espero que lo pases bien.

-Itzan, yo si quiero irme contigo cuando termino con este asunto pendiente,  necesito que dejas estas escenas de celos.

Asentí con cabeza muy molesto, me acerque a ella, no quería dejarla ir.

-Por favor no te vayas, te necesito, reconozco que fui muy molesto estos últimos días pero no hemos hablado y te extrañe demasiado.

Me mira en los ojos y sonríe suavemente.

-Espérame y después nos vamos a tu casa, ¿vale?

Me besa en mejilla y sale de la oficina.

Después de pocos minutos oí alguien tocando las puertas y pensé que era ella, di vuelta sonriéndome...

-Ester, al fin has decidido...

Quede como puto mudo al ver que no era ella pero tampoco era Álvaro, era él, era ese hombre.

-Hola, hijo.

Desgraciado.

-Voy a llamar a seguridad.

-Espera un poquito, que no es la manera adecuada de hablarle a tu padre.

-Tú no eres mi padre, yo no soy tu hijo...

Se ve igual que hace tres años cuando vino a verme, ese día llame seguridad y lo echaron de aquí. Se ve como el peor pobre del mundo, destruido por completo pero aun calculador y frio.

-¿Ester es tu novia? ¿Tú esposa?

Apriete las manos, vuelvo a recordar todo lo que viví a su lado...

-Vete.

-Vale, dudo mucho que sea tu esposa, tu eres como yo, no serias capaz de tener una esposa a tu lado.

-¡Vete!

El mira toda la oficina y sonríe al volver dirigir su mirada hacia mí.

-No vas a poder echarme de tu vida tan fácilmente, soy tu padre, te crie y tu eres yo, eres igualito a mi pero no quieres reconocerlo.

-Si no te vayas te juro que llamare a seguridad y policía.

-Eso sería un escándalo, ¿no crees?

Estaba manipulando conmigo, hijo de gran puta...

-Necesito un poco de dinero, por eso vine.

-¿Para qué? ¿Para bebida? ¿Para pagar deudas?

-Te crees tan diferente a mí pero llenas tu oficina de licor, de seguro sigues bebiendo como antes.

Me acerque a él, agarrándolo por la camiseta.

-¿Vas a pegarme? ¿A tu padre?

Tenía una mano en el aire cerca de su cabeza, quería hacerlo, llevo queriendo hacerlo por mucho tiempo.

-No puedes... – dice riéndose - ... eres débil, por eso no puede pegarme.

Le empuje y trate controlarme.

-Tranquilo, me voy pero volveremos a vernos, nunca te olvides que lo mucho que tratas ignorarlo tú y yo somos iguales, hijo.

Inevitable  (Itzan y Ester)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora