NARUTO EL FORAJIDO

No es un adios, es un hasta pronto

En ocasiones estar solo era lo mejor para hacer reflexionar a alguien. En otras ocasiones es mejor estar acompañado. Pero cuando les das la espalda a lo que alguna vez llamaste familia y amigos por razones egoístas, simplemente no puedes esperar que todo sea como antes.

Pero ¿está mal buscar un futuro u otro camino para si mismo? Uno tenía que estar anclado a sus amigo y familia haciendo algo que odiaba o simplemente no era para el. Solo porque es lo correcto, muchos dirán que no, otros no sabrán y otros dirán que si sin dudarlo.

Esos y más pensamientos rodaban en la mente de cierto rubio acostado en una cama con los ojos siendo tapado por su característico sombrero, durante años su mejor amigo Arthur le decía que no tenía nada de malo buscar algo mejor para uno mismo.

Cuando las escucho aliviano la culpa que sentía por dejar atrás a sus seres queridos. Pero ahora no sabía que pensar.

Los pensamientos fueron interrumpidos por la llegada de su padrino Jiraiya, quien llegó para sacarlo de la cárcel por petición de su alumno.

Naruto a regañadientes aceptó, cuando salió lo primero que hizo fue empezar a fumar, ganándose una mala mirada por parte de Jiraiya

Jiraiya- yo que tú dejaría de fumar, eso puede matarte sabes- lo regaño

Naruto- déjame en paz viejo- fue la repuesta que dio sin verlo

Jiraiya solo suspiraría, no recordaba a su ahijado de esa forma, el tiempo al pasar de los años no lo había trato nada bien. Cuando llegaron a su destino Naruto quiso irse de ahí pues no era nada menos que la casa de sus padres, pero su intento de irse de ahí fue frustrado por Jiraiya.

Cuando entraron Naruto vio a sus hermanos haciendo maletas siendo ayudado por sus padres. Sabía porque hacía maletas y aunque no estaba de acuerdo no podía hacer nada al respecto

Naruto- Bueno me voy- dijo para tratar de irse para ser detenido por Minato del cuello de su camisa

Minato- de ninguna manera, tienes que ir a despedirlos- dijo regañando a su primogénito

Cuando Minato soltó a Naruto a regañadientes aceptó, pues sabía que su padre le había puesto un sello de su técnica estrella y en cuanto intentamos salir lo transportará hacia el, mejor decidió seguir su juego, la familia se apresuró hacia la salida de konoha para despedir a los mellizos, ellos se irán de viaje por 3 años de entrenamiento con Jiraiya.

Durante el camino Naruto se sentía un intruso, como si no perteneciera ahí. Pero no podía irse, estaba anclado a las personas que alguna vez les dio la espalda faltando la primera cosa que aprendió en la banda.

Nunca des la espalda a nadie

Esas palabras siempre la repetía Dutch junto con Hosea. Pero Dutch igualmente les dio la espalda a un herido John, un moribundo Arthur y a un Naruto lastimado. Ese momento aparecía en sus pesadillas frecuentes, una y otra vez como si su único objetivo era recordar los pecados que había cometido.

Entre pensamientos recordó un momento donde estaba pescando con Hosea, Arthur y Dutch. Lo recordaba como si hubiese sido ayer. Era un día soleado a eso de las 7 de la tarde, la hora perfecta para hacer actividades al aire libre. En un lago donde había grandes peces, llevaban varias horas en el algo pero no les importaba se sentían unidos, como si fueran familia. Reían y contaban historias todo eso bajo el testimonio de los peces.

Entre pláticas surgió el origen de Naruto. Que aunque era algo sensible para el sabía que tenía que superarlo

Naruto- a veces me pregunto que a sido de mis padres y amigos, no éramos los más cercanos pero siempre estuvieron ahí, pero nunca encajé ahí- relató un joven Naruto de 17 años mientras fumaba un cigarro