One Piece: Pérdida de la esperanza y confianza.

Capítulo 28.

Mientras tanto afuera en la base Henley terminó de derribar a muchos marines.

Henley: Creo que mejor ayudó a Nami.

Fue cuando usó sus telarañas y entró al centró de una ventana y fue a buscar a Nami.

Mientras tanto.

Nami se dirigía al ascensor para ir al noveno piso.

Mientras corría se encontró unos guardias.

Guardia 1#: ¡Oo-La-La! ¡Es una belleza al ser una de los Sombreros de Paja!

Guardia 2#: ¡Si y es una hermosa mujer!

Nami: ¿Me podrían darme la llave de la celda del noveno piso, porfis?

Guardia 3#: Se específica, señorita, hay tantos.

Nami: Sé que tienes las llaves de la celda de Luffy. Solo te lo pedire una vez más.

Guardia 1#: ¿O qué? ¡Ha, ha, ha, ha, ha!

Nami: ¡Les advierto que no saben sobre mi!

Guardia 4#: ¡Oye, no eres piratas de verdad! ¡Vuelve al barco y lava la ropa!

Guardia 2#: ¡O mejor, ve a la cocina y haz algo de comer!

Todos los guardias empezaron a reírse y se burlaron de Nami, fue cuando ella preparó su arma y conectó dos tercios de su Clima-Tact y fue cuando golpea su bastón con la nariz del guardia.

Nami: ¡Ciclon Tempo!

Después del ataque, lanzó bolas de electricidad.

Nami: ¡Thunder Ball!

Diez guardias se electrocutaron y luego golpeó a algunos guardias, dejandolos en el suelo.

Guardia 3#: ¡Estás muerta!

Nami: ¡Cool Ball! ¡Heat Ball!

Burbujas azul y roja volaron por el aire, por encima de la cabeza del guardia, solo se distrajo cuando volvió a ver frente vio a Nami corriendony salto dándole una patada en su estómago, fue cuando cayó al suelo tirando su arma con el dolor.

Nami aprovechó la oportunidad para revisar los bolsillos del guardia y encontró la llave.

Nami: ¡La llave de la celda de Luffy! ¡Ahora estamos a mano!

Guardia 2#: ¡Baja la llave!

Dijo cuando otros guardias apuntaron sus rifles a ella.

Fue cuando uso su Perfect Clima-Tact.

Nami: ¡Cool Charge!

El aire comenzó a girar y verse diferente por un segundo hasta verse cuatro versiones de Nami.

Nami: ¡Mirage Tempo: Fata Morgana!

Guardia 2#: ¡Disparen!

Los guardias dispararon a del aspecto normal pero las balas la atravesaron.

Guardia 4#: ¡¿Qué?!

Nami: Dejemen ayudarlos, ¡Thunder Ball!

Los guardias vieron a Nami lanzando múltiples bolas de rayos volando hacia ellos, dejaron caer sus armas y huyeron. Así, todas las duplicadas desaparecieron hasta quedar la Nami real.

Nami: ¡Nunca vuelvan a decirme que vuelva a la cocina!

Gritó Nami con los dientes de tiburón de enojó.

Nami: Bueno, es hora de subir!

Fue cuando Nami entró al ascensor, presionando el botón de nueve, las puertas se cerraron y subieron.