Prólogo

303 17 4
                                    

La joven ardilla corrió apresurada, llevaba cargando consigo unos documentos que se notaban bastante pesados. Los cubría de la llovizna con su brazos y pecho, andando recto por la calle. Luces rojas y azules iluminaron el tranquilo vecindario, los lugareños miraron desconcertados toda la escena, como si de una película se tratase. Acordonada, se encontraba la casa naranja, con cinta amarilla y todo la cosa. Dos patrullas en la parte de enfrente y una ambulancia en camino. Dos policías cubriendo la entrada, ambos murciélagos. Cuando estuvo en frente de la casa se tomo unos segundos para recobrar el aliento. Caminó recto hasta la entrada y le bloquearon el paso.

— Lo siento, pero no puede pasar, escena del crimen — Habló el mas joven de los dos policías, en respuesta la ardilla mostró su identificación — Discúlpeme, el inspector nos dijo que no dejamos pasar a nadie — Se hizo a un lado para permitirle la entrada.

“Novato” Fue lo que pensó su compañero mientras reía burlonamente. La ardilla llegó hasta la sala y dejó aquellos pesados documentos sobre una mesa.

— Contaminas la escena — Habló el ratón que estaba en cuclillas mirando el suelo.

— Bueno no tendría que ser así, pero alguien me dejó en la estación en cuanto supo del caso — Suspiro agotada — ¿Sabes como es correr bajo la lluvia con esas cosas? Hablando de eso — Giro a ver los documentos y luego se volvió hacia él — ¿Que llevas ahi? ¿Piedras?

— Son importantes, no las podía dejar en la estación — Respondió este sin voltear a verle.

— Pues me pudiste esperar si eran tan "importantes" como dices — Remarcó la palabra importante.

— No había tiempo tenía que llegar antes de que esos idiotas contaminaran mi escena, cosa que ya has echo, te agradezco — La chica poco a poco perdía la paciencia, quería gritarle — Venga hay que trabajar, dime que ves aquí niña para que practiques, haz de cuenta que estás al mando

Se acercó hasta el cuerpo tenido sobre una alfombra amarilla, la sangre había salpicado por todos lados. Miró detenidamente al occiso, ella suspiro, pero acató las órdenes de su superior y analizó la escena, miró el cuerpo interte.

— Murciélago, posiblemente Alfa — Se puso en cuclillas al igual que su compañero — Por lo que se ve a simples vista se desangro hasta morir

— Excelente — Dijo sin dirijirle la mirada — Anda, continúa te faltan cosas

— Lo que me faltan son datos — Mencionó mientras le miraba — Acabo de llegar y me pides un informe cuando no se nada

— Oh si, claro mil disculpas — Se acomodó los lentes — La víctima es Matew Edrians, 30 años soltero, vivía solo. Los vecinos vieron la puerta abierta, Ana que vive aquí enfrente encontró el cuerpo, estimó lleva dos días muerto

— Me sorprende — Giró a ver la entrada de la casa — Que nadie haya notado su ausencia o haya sospechado

— Trabajaba desde casa, informático — Se levanto y fue a tomar asiento, el ratón miró hacia el techo — Comunidad pequeña no desconfían de nadie, solo hasta que se fijaron que no hacía ruido vinieron a revisar

La chica miró hacia la mesa de noche, en ella había una taza junto con una taza de café. También un plato con comida que no había sido tocada. Miró la herida en su cuello, un golpe limpio con un cuchillo.

— Se preparaba para cenar, es una pena que no pudiera terminar su comida

— Su "Última cena" - Dijo el ratón, la chica le miró de mala manera — ¿Mal momento? Vale, no hacer chiste lo entiendo

— ¿Que hay con el arma? — Apoyo su barbilla sobre su mano.

— Un cuchillo de mesa, arma de oportunidad, lo analizaron en el laboratorio, sin huellas

— Eso sin duda es extraño — Se acercó al marco de la puerta y también hacia las ventanas — No forzaron la entrada, quien lo mató seguramente lo conocía ¿Hay sospechosos?

— Interrogaron a dos, tomara un rato en lo que confirmamos cuartadas, pero como siempre nadie pensaba atentar contra su vida. El mismo cuento, por eso no me gustan los lugares así, la mayoría son muy hipócritas — Hablaba mientras que por ratos chupaba una paleta.

— No se que me da mas asco, el cadáver en si o que estes comiendo con un muerto al lado — Dijo con cierta expresión de asco.

— Niña, trabaje en una morgue por un buen rato, no hay sitio donde tomar el almuerzo, te acostumbras con el tiempo a comer sin que te den ganas de regresar la cena

— Sin huellas ni sospechoso... Parece demasiado planeado — Se encogió de hombros — Quizas escondía mas cosas de las que aparenta, no es la primera vez que mandan a matar a un inofensivo "Informático" — Silabeo esto último.

— ¿Que insinúas? ¿Algo así como que estaba en una banda criminal? — La señalo con el dulce que llevaba en la mano — Eso es algo racista, solo porque es un murciélago no directamente lo pones como un posible delincuente, no le quitaré el mérito porque siempre es una posibilidad, te doy 8 dolares a que fue el marido que se entero que su esposa le ponía los cuernos con nuestro fallecido

— Que sea la cena — Sonrió con arrogancia — Yo aún sostengo lo que dije y no es racista, no es el primer caso similar. Solo que por coincidencia el es un murciélago ¿Vale? —

— Si lo que tu dices...

— Parece que alguien se llevó su florero

— ¿Por que lo dices? — Se levanto del sillón.

— No lo se — Tomo la flor azul entre sus manos — Esto me dice que tenía uno y que se le cayó esto, es bonita ¿Que flor es?

— No creo que sea de un florero, también creo que nuestra apuesta se cancela, ambos estamos mal

— ¿Y eso? — Miró sorprendida a su compañero — Tu jamas quitas tus sospechas hasta que se demuestra lo contrario

— Porque si esa flor estaba cerca del cuerpo no fue una banda criminal ni mucho menos el esposo que buscaba venganza contra el amante — La tomó y la envió de inmediato a analizar.

— ¿Me dirás de que se trata? Soy la única que esta muy perdida en todo esto

— Espero que me equivoque, si no que dios ampare a los murciélagos — Se frotó las sienes y suspiro — Es un asesino serial...

Mama amaba las flores.”

“Sus favoritas...”

“Son los Azulejos.”

Flores. [ The Angel In The Forest ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora