Parte 3

37 2 0
                                    



No tengo nada escrito, solo vivo el presente.

La manera en cómo se dan las cosas me parece genial. Me gusta que fluya, que seamos tal para cual, pero también siento que esto puedo acabarlo en un dos por tres. Mi manera en que tomo la situación es compleja; en ciertos momentos puedo quererte como si no existiera un mañana, sin embargo, también puedo ser indiferente la mayor parte del tiempo.

Sé que nadie merece ser querido a ratos, tal vez te diste cuenta. Sé que todo es muy extraño, es más, creo que hasta ya te estás cansando, pero logro confundirte.

Me das amor, pero solo juego contigo. Creo que no quieres estar solo por eso sigues soportando los malos tratos y la poca atención que te presto

La manía de volver te delata. No te da miedo salir lastimado y aún más si estamos cerca, no me entiendo completamente. Soy complicada y me gusta cuando me lo dices, aun así, no creo poder corresponderte.

Decidiste alejarte un tiempo, lo noté sí, pero no le presté importancia ¿Entiendes cómo me da igual la situación? Pues simplemente yo puedo seguir adelante, tal vez un poco confundida porque ya no éramos tan cercanos, pero no te busqué.

La verdad que eres muy cabezota. En otoño mientras las hojas de los árboles crujían al ser pisoteadas, volviste y así cómo crujían aquellas hojas crujía tu corazón, este sí sabía que se estaba rompiendo, pero no hiciste caso al pedido de auxilio de tu fiel amigo.

Acepté por el simple hecho de disfrutarte y sentir tu compañía, pero ya hasta te me hacías un extraño y no te quería como algo más, todo se había terminado de mi parte. Fuiste la persona correcta, pero yo no fui el alma correcta para ti, no merecías ser dañado por alguien que te quería por costumbre.

Nadie merece aceptar lo que cree merecer, nadie merece menos.

¿Te imaginas dañar a la persona que llegó para salvarte?

Eso hice yo, te destrocé tanto que no quisiste volver a saber de mí. Desapareciste de mi vida tal cual ave en busca de un nuevo lugar para establecer su vida y empezar desde cero, con la diferencia de no tener compañía, merecías todo lo bonito del mundo, merecías el universo entero y no supe cómo decirlo la última vez, porque solo atinaste a sonreír y aceptar lo que te dije.

No me duele que hayamos terminado claro está, duele la clase de persona que soy, suelo cuestionarme mucho, pero también podría mirarte y repetirte que jamás te quise, que eras simplemente pasatiempo, un juguete más. A pesar que tu voz y tu sonrisa eran mi adicción, me llenaba de orgullo tenerte solo para mí. ¿Ya viste que sí resulté ser la mierda de la que te hablaban? Puedes venir y escupirme en la cara todo lo que no pudiste, y seguiré actuando de igual manera.

Todo murió, fue lo correcto, aunque ese día no paré de pensar. ¿Sabes cuánto me odié por dañarte? La costumbre jamás debió ser amiga mía, no entiendo la manera en que me cegó por completo a pesar de que los pensamientos me jodían la existencia, supe llevarlo.
Te veo bien ahora, es mi mayor felicidad. En la estación me miraste y aún brillaban tus ojos. ¿Por qué soltaste la mano de la pelinegra que te acompañaba?
Si lees esto, sigue con tu vida que yo seguía la mía desde que estábamos de un lado para otro. Jamás me detuve, debes hacer lo mismo. Puede ser ella el motivo de tus sonrisas, de tus pensamientos y es más puede ser la mujer de tu vida. Un consejo, sé lo mismo para ella. Si nada dura para siempre, que ella sea tu nada.
                                                                                     
                                                                                                                     The Vi.  

¡YO NO ME ENAMORÉ!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora