Mi Otra Realidad

Se a Dónde Voy

Por que me das tanto si recibes tan poco a cambio...?
Esas palabras resonaron una vez más en su cabeza, mientras el cuerpo se sentía pesado y  cansado, un cansancio no solamente físico, si no mas de espíritu.
De pocas palabras como lo había sido siempre, se tomó el tiempo de buscar las palabras adecuadas, y aun así llegar a la conclusión que las palabras no podrían describir el sentimiento que emanaba desde lo profundo de sus interminables pesadillas.

Tomando entre sus manos las mejillas, y tal vez con la esperanza de que pudiera transmitir ese mensaje a travez de los ojos, mientras trata de memorizar cada segundo que pueda en sostenerla, aunque sea efímera mente entre sus brazos.

Por qué, si podía dejar algo, que a lo mejor tuviera la esperanza que podría llegar a valer algo, era tal vez un  lejano recuerdo a los años venideros, que sentía algo profundo y caótico, con miles de sentimientos encontrados, por que si no conocía sus propios sentimientos, sí tenía la total certeza, de que por ella tenía que mostrarle una devoción incondicional, por verla sonreír, por sentir su cariño cual voluntad de los gatos, por que ella a sus ojos era como una gato.

Y así la miró, hasta que ella poco a poco se durmió, y encontraba descanso en sus brazos, esos momentos hacían que nada de lo que pudiera darle, serían igual a lo que sentía por ser de algún modo el guardián de su paz.

Por qué lo vales...

Con una sonrisa para su amada, y si ella tal vez tenía razón, en otro lugar podrían estar juntos sin importar nada.

Por ahora, solo es un sayonara.