♧ El Hyung Y Sus Niños 2 (201-400)

170

Episodio 170 Yerim

- Ronroneo

En cuanto Yoo Hyun-i y Yerim aparecieron, los dos unicornios que se habían escondido detrás de sus maniquíes de entrenamiento asomaron la cabeza y les dirigieron miradas recelosas. Ya fuera por su rango o por su raza, a diferencia de las otras bestias, los potros eran sensibles. Le habían mordido la mano la primera vez que los había conocido y ahora ni siquiera se le acercaban.

"Hayang, potro negro, ven aquí".

A mi llamada, Hayang viene primero, pisando fuerte con sus pezuñas, seguido de Kamang, que baja la cabeza y salta de un salto. Aún tienen el tamaño de un potro, pero ambos están acurrucados detrás de mí, intentando esconderse lo mejor que pueden. Mordisquea el dobladillo de mi camisa, que he tirado por su costumbre de masticar.

"¡Yo también quiero moverme!"

exclama Yerim, y los potros vuelven a sobresaltarse.

"¡No es justo mudarse sólo con Han Yoo-hyun!".

"No, Yoo Hyun es mi hermana, no digas que es trampa, solíamos vivir juntas".

El periodo de vivir juntas es mucho más largo que el de vivir separadas. Sólo han pasado tres años antes de la regresión, así que si no hubiera pasado nada, seguiríamos viviendo juntos. Quizá se alistó en el ejército este año.

Ante mis palabras, Yerim puso cara de exasperación y Yoo Hyun vino a mi lado. Los potros volvieron corriendo a sus muñecas presas del pánico.

"Ha estado conmigo desde que nací".

"¡Qué vergüenza!"

...Qué hacen con lo obvio, los dos.

"¿Ese es todo tu equipaje?"

No es que vaya a hacer un viaje corto, y una maleta es demasiado poco, aunque no vi muchos objetos personales en casa de mi hermana.

"Sólo he metido en la maleta la ropa que me voy a poner, tengo todo lo demás en casa y puedo comprar lo que necesite".

No sé qué pensar, pero fue agradable oír que no tenía nada más que empaquetar. Ha vivido lejos de su antigua casa durante tres años, así que ha acumulado bastantes recuerdos. Como no me había mudado en absoluto, no me importaba dejarlos en casa de Hae-yeon.

"Adelante, entra. ¿Vas a conservar tu habitación?"

"Sí. Me gusta esa habitación".

No pude evitar sonreír ante las risitas de mi hermano pequeño. Es un adulto, pero actúa de forma tan tierna que me recuerda a cuando yo era niña.

Después de mandar a Yoo-hyun arriba, les dije a los dos unicornios que se fueran a casa. Se fueron trotando a la voz de ya y me acerqué a Yerim, que estaba allí de pie como un disco rayado.

"Yerim".

"No quiero vivir sola".

Su voz era un poco plana.

"Me gusta el dormitorio, es más cómodo que antes, pero sigue siendo un poco solitario".

Sólo entonces me di cuenta de que le había dejado solo. Siempre se mostraba tan enérgica, llevándose bien con los demás y saliendo a jugar, así que pensé que no pasaba nada. Tenía todo el derecho a sentirse sola.

"Siento no haberte cuidado".

"No, no lo es. Es mucho mejor que vivir con gente con la que no te llevas bien. Pero yo también quiero vivir contigo, ¿no puedes?".