La chica del restaurante

CAPÍTULO 7: ¿Alex es popular?

Era ese chico...

P. Matemáticas: Llega tarde. ¿Nombre?
Seth: Seth. Seth Clearwater.
P. Matemáticas: Debes de ser el hermano de Leah Clearwater.
Seth: ¿La conoce?
P. Matemáticas: Le di clase durante dos años. Una alumna excelente, muy inteligente, y sobre todo... puntual.

Pude ver que Seth rodó los ojos mientras que el profesor apuntaba algo en su libreta y le daba el libro de Matemáticas a Seth.

Seth: ¿Me puedo sentar?
P. Matemáticas: Sí. Al fondo hay un asiento libre junto a la señorita Stone.

Vi que Seth sonrió en cuanto el profesor dijo mi apellido, o era eso o que se alegraba de que al fin le dejara sentarse. Debe de ser lo último.

Seth: Hola.

Me saludó mientras que me sonreía, yo le sonreí igual aunque con un poco de vergüenza y le devolví el saludo.

Ashley: Hola.
Seth: ¿Sabes? He visto a tu primo dormido a fuera del instituto en su coche con una mantita. ¿Está bien?

Alex por Dios, vete a dormir a casa.
Que vergüenza.

Ashley: Emmm sí... o eso creo.
Seth: Solo espero que el director no lo vea. Sería un poco... raro.

A tía Lucy no le haría mucha gracia que la policía la llamara porque su hijo de 21 años estaba durmiendo en frente del instituto en el coche.
Si llego a saber que se pondría a dormir en frente del instituto, me voy andando.

Ashley: Y... ¿por qué has llegado tarde?

Decidí preguntarle ya que no sabía que decir y no quería que se formara un silencio incómodo, aunque sonase un poco chismosa de mi parte, además, Alex me dijo que intentara hablar con las personas.

Seth: Bueno... tuvimos que dejar a ___ en su colegio, pero ella se negaba a ir. Perdimos mucho tiempo intentando convencerla. Por eso llegué tarde.
Ashley: Oh.

¿Oh? ¡¿OH?! ¡¿Por qué he dicho OH?! Parece como si no supiese hablar. Pensará que soy estúpida o algo, creo que sí porque no para de sonreírme.
Definitivamente no sirvo para entablar conversaciones.
Quiero irme a mi casa.

P. Matemáticas: Ahora que tenéis todos el libro de este año, quiero deciros que...

Posteriormente el profesor nos habló un poco sobre lo que daríamos este año y cómo evaluaba él la asignatura de Matemáticas, de cómo iban a ser los exámenes, de si iba a haber trabajos en grupo o cosas así...

Se me hizo eterna la clase y más si sentía los ojos de Seth mirándome constantemente, me ponía nerviosa, yo por el contrario no lo miré ni una sola vez en toda la clase, no quería ponerme más nerviosa y tensa de lo que ya estaba.

Al acabar la clase de Matemáticas, los alumnos se marcharon de la clase en cuestión de minutos, yo aún estaba en la clase mirando distraídamente el horario, cuando me di cuenta que todo el mundo se había ido salí de la clase para ir a la siguiente, pero alguien me quitó el horario de las manos.

Seth: Veamos... cual es tu siguiente clase...

Creía que él se había ido a su siguiente clase, pero creo que me estaba esperando.
Él estaba mirando mi horario a la vez que miraba el suyo el cual lo sostenía con la otra mano, los miraba uno y luego a otro comparándolos, luego hizo una mueca y me lo pasó.

Seth: La mitad de las clases no estamos juntos.

Después de poner cara de desagrado al no estar en las mismas clases, agarró una mano los dos horarios y con la otra que la tenía libre la metió en su bolsillo del pantalón donde sacó su móvil y le hizo una foto a mi horario. Al menos podría haber pedido permiso.