Sasha
Me estaba meando de una manera.
No iba al baño desde ayer por la noche.
Si no iba ya, sentía que me lo iba a hacer encima, y mucha ilusión no me hacía, sinceramente.
- Ya voy, ya voy. -dijo mi mejor amiga mientras abría la puerta de mi coche.
Estaba realmente preciosa.
Hayley era pelinegra con los ojos azules como el cielo de claro.
Tenía la piel de un color ni muy oscuro ni muy claro.
Era un poco más alta que yo, no mucho, pero no era baja.Y ese vestido. Le quedaba demasiado bien.
Se le ajustaba a la cintura de una manera que quedaba súper sexy y la parte del pecho era un poco más abierta.
El corte de pernera era medio, y tenía un corte en V.- Te lo juro, estás guapísima amor.
Ella me dedico una sonrisa de oreja a oreja, con lo que provocó que salieran esos hoyuelos que tanto me gustan de ella.
Lo que me provocó una sonrisa a mi también.Hayley
Estaba esperando a que Sasha saliera de una vez del baño.
- ¿Vas a tardar mucho más? Necesito arreglarme el rímel.
- Estoy a punto de acabar, no puedo ir más rápido. -gritó con un grito ahogado mientras escuchaba como la cremallera de sus pantalones deslizaba hacia arriba.
- No he tardado tanto.
- No, sólo diez minutos. -dije poniendo los ojos en blancos con una media sonrisa de malicia.
- No tardes mucho, que vamos a llegar tarde amor. -dijo mi mejor amiga cerrando a mi espalda la puerta del baño.
Nada más entrar al baño, mi teléfono comenzó a vibrar.
Lo descolgué.- ¡Mamá!
- Hija, estoy saliendo del trabajo, juro que llegaré para verte mi niña.
Escuche a través del altavoz.Unas lágrimas no aguantaron y cayeron por mis mejillas.
- No corras, ves con cuidado, tranquila. Te quiero muchísimo, mamá.
- Te quiero.
Colgué el teléfono y seguí con lo que me había propuesto.Repasar el maldito rímel.
Después de varios intentos sin mancharme los párpados, lo conseguí.
- ¡Tardas mucho Hayley! -escuche gritar a mi amiga a través de la puerta.
Abrí el pomo de la puerta, y vi a mi amiga sentada en el suelo con las piernas cruzadas.
Esta loca.- Estás a punto de subir a un escenario para graduarte, y lo primero que se te pasa por la cabeza es sentarte en un suelo lleno de cosas.
- Estabas tardando demasiado. Y estos tacones me están dejando los pies destrozados. Creo que necesitaré que me lleves en brazos.
- Mas quisieras. -dije vacilante mientras le guiñaba un ojo.- Como mínimo, puedo ayudarte teniéndote la mano madamme.
Ese último mote, hizo reír a Sasha, lo que me provocó a la vez una carcajada.
- Gracias. -dijo. Y empezó a sacudirse el pantalón con la palma de la mano.
- Llegamos tarde. -dije abriendo los ojos como platos.
Salimos corriendo.
Nunca había corrido tanto, y esta vez iba en tacones de punta de aguja.
No sé ni cómo no tropecé.
ESTÁS LEYENDO
we
RomanceEl estaba negado a mantener una relación con alguien de nuevo.. ..desconfiaba.. ..no podía ver más allá que un lío de una noche. Hasta que llegó ella, e hizo que todo su mundo se pusiera patas arriba. Y ella, ella era feliz. Llegó él y fastidió todo...