En la capital de Jalapa, Veracruz, vivía una pareja de recién casados que estaban muy enamorados, ella se llamaba Brenda y el Carlos. Todas las
mañanas Carlos se iba a su trabajo, se dedicaba a pescar, y trabajaba de sol a sombra. Por otra parte, Brenda se quedaba en casa y de vez en cuando le llevaba comida a Carlos a su trabajo.
Como todas las mañanas, Carlos se dirigía al trabajo, pero en el camino se dio cuenta que había un bote que no estaba amarrado, corrió para evitar
que se perdiera y al notar que el bote cada vez se alejaba más se lanzó en él, tomo el remo para regresar pero llego un viento que hizo que el bote se metiera más al mar, provocando que en su desesperación por salir se
rompiera el remo y no pudiese tener control, entre la marea, el sol y el viento se comenzó a sentir agotado y cayo en un sueño profundo.
Después de unas horas Carlos se despertó al sentir que el bote había
golpeado con algo, al levantarse se dio cuenta que estaba en una isla, aquella isla a la que siempre quería ir de niño y su padre nunca dejo. Arrastro el bote y lo aseguro en una palmera, la cual tenia un aspecto extraño a otras. Comenzó a caminar y a adentrarse en la isla vio algunas cosas muy extrañas en las palmeras, eran como corrientes que pasaban de un lado a otro, seguía caminando y buscando alguna herramienta que sirviera como remo o le ayudara a reparar el suyo. De pronto vio a lo lejos un cofre brillante que llamo su atención, se acercó a él pensado que podría tener oro o dinero, pero al abrirlo ¡se llevó una gran sorpresa! el cofre tenía unos aparatos extraños que parecían una combinación entre un teclado de una
máquina de escribir y una televisión, no se explicaba que eran y decidió
investigarlo. Después de algunos intentos encontró un botón donde al
parecer se prendía el aparato y se dio cuenta que podía ayudarse del teclado para escribir y que esas letras se reflejaban en la pantalla, escribió
su nombre con dificultad, “Carlos”, e inmediatamente en la pantalla
aparecieron algunas personas famosas con ese nombre, él estaba maravillado… después intento con el nombre de su esposa “Brenda” y de la
misma forma salieron famosos con ese nombre. No podía creer lo que ese aparato hacía, así que decidió comenzar a construir unos remos con ayuda de hojas gigantes y palos, quería regresar a casa para mostrarle a su esposa lo que había encontrado.
Carlos subió al bote con el cofre y comenzó a remar de regreso a casa, después de algunas horas cayo la noche y el estaba agotado, sin embargo, no podía quedarse varado en medio del mar así que siguió remando hasta llegar a casa. Con mucho
cuidado se fijo de que nadie lo
estuviera viendo y entro a casa
con el cofre.
Cuando llego Brenda estaba angustiada, pues había ido a su trabajo a darle de comer a su esposo como de costumbre y no lo encontró.
Carlos le conto a Brenda lo que había encontrado, tal como lo hizo en la Isla
encendió el aparato y quiso mostrarle lo que la maquina podía hacer, pero
esta vez no pudo, había una leyenda que decía “error de conexión”. La
mujer molesta le dijo a Carlos que no le iba a tolerar que se desviara del
trabajo y que era la ultima vez que permitía algo así.
Él, desanimado se quedó despierto intentando entender porque el aparato no funcionaba, lo intentaba una y otra vez, hasta que después de darle
tantas vueltas al asunto recordó a las palmeras tan raras que había,
despertó a su mujer y le dijo que lo acompañara a la Isla que sabía cuál era el motivo por el que no podía mostrarle lo maravilloso que era ese aparato.
La mujer un poco confundida accedió, pero le dijo que si no era verdad se
iba a tener que deshacer de ese aparato. Cuando llegaron a la Isla el
hombre prendió el aparato y escribió “Brenda” y exitosamente aparecieron
personas famosas con ese nombre, Brenda estaba sorprendida por lo que había descubierto su esposo y no dudo en intentarlo también, los dos pasaron todo el día escribiendo palabras y viendo lo que resultaba de la búsqueda. Llego la noche y decidieron quedarse ahí, el tiempo paso
volando.
A la mañana siguiente, Brenda le dijo que no quería irse que quería seguir observando lo que podía hacer ese aparato tan extraño. Carlos le explico que la única manera de tener esa conexión era por medio de las palmeras, ellas eran las que permitían que el aparato funcionara, así que decidieron cortar una y llevarla a casa.
Llegaron a casa y plantaron la palmera en el patio, prendieron el aparato y si, ¡Funcionaba! Carlos recordó que en el cofre venían mas de esos aparatos,
los trajo y con todos podía hacer lo mismo.
Por un tiempo mantuvieron el secreto, pero después de algunos conflictos
en el trabajo Carlos salió de el y le dijo a Brenda que tenia la idea de
compartir esos aparatos con los demás y que podían ganar dinero prestándolos por unas horas.
Y fue así como llego el internet a la vida de los humanos, Carlos fue por mas palmeras para que se expandiera la señal y estaba feliz de poder
aprovechar ese recurso para ganar dinero.
FIN
