No caeré en tu juego.

Capítulo 15.

Espero que os guste este capítulo ya que me ha llevado mucho tiempo escribirlo porque no sabía como seguirlo, ostkm bubis.

Srta. Alejos.

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A la mañana siguiente me levanté a las diez menos cuarto y me metí en seguida a la ducha, pero antes, me miré al espejo. Tenía un aspecto horrible, todo el maquillaje corrido por debajo de los ojos, parecía un mapache, los ojos rojos y unas ojera que mi maquillaje negro resaltaban, todavía tenía el moño que me había hecho cuando fui a vomitar y lo tenía todo deshecho. A mi lado, los de mordor eran princesas. 

Me metí corriendo a la ducha. Después de cuarenta y cinco minutos de placer debajo del agua callentita de la ducha tuve que salir ya que me estaban llamando.

"¿Diga?" -dije sin mirar quien me llamaba, se me estaba volviendo en una mala costumbre hacer eso.-

"¡Hola amor!" -dijo Thomas al otro lado.-

Mierda, no quiero hablar con el, no es que esté enfadada ni mucho menos, es que no quiero hablar con nadie.

"¡Hola!" -intenté imitar su tono pero no me salió.-

"¿Te pasa algo?" -pregunto cambiando totalmente su tono de voz.-

"¿A..a mi?, que va, es que estaba en la ducha y me has interrumpido." -dije intentando reirme pero no lo conseguí.-

¿Que coño me pasa? ¿No puedo mantener una conversación normal con mi novio o que? Madre mía, ahora mismo me sentía la peor persona del mundo, por mentir a mi novio y engañarle con su mejor amigo. Espera, ¿le estaba mintiendo? Que yo sepa el no me ha preguntado nada de si le he puesto los cuernos y yo le he respondido que no, ¿que cojones? ¿cómo me va a preguntar eso? Ari, ¿eres tonta?  No soy más que eso.

"¿Te parece bien?" -la voz de Thomas al otro lado me sacó de mis pensamientos.-

"Per..Perdón, ¿qué decías?" -dije prestando mas atención a lo que decía.-

"Que para las dos y media o así te vengas a mi casa, me he ofrecido a ir a por ti y te estaba preguntando que si querías." -me dijo el.-

"Emm.. no hace falta, voy yo, tu darías una vuelta muy tonta." -respondí yo.-

"Vale, ¿estás segura de que no te pasa nada? Te noto muy distraida y como si estuvieras enfadada." -dijo el.-

"No me pasa nada bobo." -dije intentando reir, esta vez si que me salió.-

"Vale, nos vemos luego bebé, te quiero." -dijo el.-

"Adiós, yo también te quiero." -dije y colgué.-

Me senté en el suelo y me puse a llorar como nunca lo había hecho, ¿por qué me sentía así? Había sido David el que me había besado, claro, pero yo le había seguido, seguía llorando hasta que el teléfono empezó a sonar.

Número desconocido. Ponía en la pantalla de mi móvil.

"No quiero hablar con nadie." -dije entre hipidos a causa de las lágrimas.-

"¿Que te pasa amoor?" -preguntó preocupado al otro lado.-

"¿Es que no me has oido? No quiero hablar con nadie." -dije atragantándome con las palabras.-

"Y, ¿por qué no me cuelgas?" -preguntó burlón.-

"No lo sé." -respondí.-

"¿No sabes colgar? Sabia que eras tonta, pero.. ¿tanto?" -dijo riéndose, lo que provocó mi risa.-

"Eso me gusta más, no quiero que llores, ¿me dices lo que te pasa?" -pregunto dejando de reírse.-

"Son..son tonterías, no lo entenderías." -dije calmándome un poco.-

"No son tonterías cuando te hacen llorar, y si no lo entiendo tu me lo explicas." -dijo el.-

"Pu..pues" -mierda ya volvían las lágrimas.-

"Tranquila pequeña, no te voy a juzgar. Cuéntamelo." -dijo con paciencia.-

"He hecho una cosa muy mala." -dije sintiendo una lágrima por mi mejilla.-

"¿Qué has hecho bebé?" -preguntó.-

Me ha dicho bebé, como Thomas, me derrumbé de nuevo  y me puse a llorar desconsoládamente.

"Ei ei no llores más porfavor, me destroza saber que estás así." -dijo él.-

"Le he puesto los cuernos a mi novio." -dije volviendo a hipar.-

"¿Cómo?" -inquirió el curioso.-

"Bueno.. técnicamente me besó el." -dije limpiándome las lágrimas, pero seguía tartamudeando.-

"Explícate mejor." -dijo él.-

"Ayer por la tarde noche fui a comprar chuches porque por la noche quería ver una película sola, ya que mi mejor amiga y mi novio estaban ocupados. Entonces cuando salí me encontré con un compañero con el que he tenido varios problemas." -dije hipando con mas frecuencia.-

"¿Qué clase de problemas?" -preguntó el.-

"En..en una fiesta quedamos porque el me gustaba mucho, demasiado. El estaba borracho, pero yo no ya que yo casi no bebo, entonces con la tonteria quiso sobrepasar el límite y yo le dije que no, y fue ahí cuando sus amigos salieron todos borrachos de un armario riendo y diciendo algo de una apuesta." -dije recordando amárgamente.-

"Y, ¿quién es ese chico?" -volvió a preguntar.-

"David, me hablaste de él la primera vez que me llamaste." -dije.-

"Ah, bueno. ¿Qué paso ayer enonces?" -dijo el.-

"Al salir me..me lo encontré dejando la bici y me despedí de el entonces empezamos a discutir como casi siempre y el.. el.. me..me besó."-dije volviendo a llorar.-

"Y, ¿por eso estás asi?" -preguntó el.-

Yo no respondí.

"Pero si te beso el no te tiene  porque importar. A no ser que te gustase que David te besara." -dijo.-

"Pu..puede ser, no estoy segura, yo se que quiero a Thomas, sino no estaría con el..pero David.." -dije.-

Miré la hora y eran las dos menos cuarto, ¿cuánto tiempo llevábamos hablando?

"Me tengo que ir, llámame esta noche si quieres." -dije levantándome del suelo.-

"Claro pequeña, pasa buena comida con la familia de Thomas" -dijo el.-

¿Que? ¿Cómo sabía el eso?

"¿Cómo sabes..." -no me dejó acabar, me colgó.-

Me fui a secarme y vestirme y arreglarme. Me puse un poco de maquillaje para disimular mis ojeras, me pinté y me alisé el pelo. Me puse un vestido dorado que me llegaba hasta por encima de las rodillas, de manga corta y escote en óvalo. Unas manoletinas negras y cogí mi móvil. No iba demasiado arreglada, quería causar buena impresión.