Introducción

11.7K 671 459
                                    

Jennie es hija única pero tiene cinco amigas cercanas. Ella las ama, no románticamente, por supuesto. Probablemente te dirá que sería repugnante si comparte sentimientos románticos por una de ellas.

Hay una razón detrás de eso. Jennie es una chica trabajadora, pero también de mente abierta, amable y magnífica. Le encantan muchas cosas, excepto una. Odia el amor entre personas del mismo sexo con todas sus entrañas. Es un hecho, algo que siempre le cambiaría su estado de ánimo para mal. No puede soportar ver a dos personas del mismo sexo amándose sin sentirse enferma.

Desde muy pequeña, Jennie sintió que el odio crecía dentro de sus huesos cuando se hablaba sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo. Ella no entendía a todas estas personas e incluso ahora, todavía está tratando de entenderlas. Cuando tenía dieciséis años, se manifestó en contra del matrimonio entre personas del mismo sexo. Caminó durante tres horas sosteniendo un enorme cartel de cartón y gritó en la calle durante veinte minutos pero no se arrepintió.

Como resultado, solía ser una activista contra el matrimonio entre personas del mismo sexo durante mucho tiempo. Conoció a algunas personas que se hicieron sus amigas hasta que se dio cuenta de lo horribles que eran, no por su discriminación contra los homosexuales, sino porque tenían personalidades terribles en general. Egocéntrico, gordo e ignorante.

Después de unos años allí, decidió dejar la asociación. Sin embargo, sigue pensando que siempre vale la pena manifestarse en este caso porque la simple idea de que personas del mismo sexo se besen la incomodaba. No podía pensar ni hablar de ello como si fuera algo natural. Para ella, es lo contrario de lo normal.

Ser hija de un pastor es un honor para Jennie porque no tiene que esconderse ante sus padres por ser heterosexual y, por lo tanto, estar saliendo con hombres. Se siente cómoda hablando de las relaciones entre un hombre y una mujer. Es algo obvio, algo ineludible.

Las personas que no eran heterosexuales simplemente estaban confundidas y necesitaban ser reparadas. Manifestarse en contra de ellos los haría conscientes de que amar a alguien del mismo sexo no es normal.

Es un pecado.

Durante veinticuatro años, sus padres le enseñaron que nacimos para amar al sexo opuesto, como el viejo mito de Adán y Eva. La mujer fue creada para completar la vida del hombre. Sin ella, el hombre estaría perdido.

****
buenas gente <3

Círculo recto - JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora