Capítulo 6.

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Me parece bien – sonrió – puedes sentarte

Por alguna razón sentí que el profesor le hizo algún tipo de prueba, como si al mirarla si estaba intentando descubrir si le veía sobresaltada o nerviosa, pero ella no mostró ninguna de estos sentimientos
Karla se incorporó en su lugar y el profesor continuó pasando a los demás

Eso estuvo cerca – susurró

Si – respondí

¿Cómo te llamas? – preguntó, supongo que al iniciar la clase aun tenia los auriculares y los retiró cuando escuchó a los demás haciendo ruido – eres nueva, ¿no?

Asentí con la cabeza

Me llamo Karoline – dije

Silencio por favor – dijo el profesor y todos se callaron, dejan el salón en completa armonía – Prosigue

Me llamo Dan – dijo mirando hacia el profesor – podríamos hacer una excursión en bicicletas – dijo, y lo observaba mientras hablaba, aún estaba enojada por cómo me había tratado, pero no quería dejar que eso me afectara

Espabila – dijo Karla pasando una mano enfrente de mi – ¿Sabías que él te has estado mirando durante toda la clase?

¿Qué? ¿Quién? – dije

No te hagas la tonta – dijo y señaló con su lápiz hacia Dan, que ya se encontraba sentado – él – Afirmó

¿En serio? -  susurré y la miré

Sí, he sentido un cosquilleo en la nuca desde que te sentaste ahí – dijo

¿Y eso que tiene que ver? – dije riendo
Solo lo siento cuando alguien me observa fijamente, y como estas a mi lado no puede evitar mirarme a mí también, dah – lo dijo como si fuese algo obvio que todos deberían saber

Eso no tiene sentido – reí

Claro que sí, es mi super poder – guiñó un ojo

Rei y volví a poner mi atención a la clase

Bueno, la próxima clase les diré cuál será la primera actividad y que día, también les explicaré mi sistema de notas, pero mientras tanto les pondré un trabajo de práctica, tendrán que entregarlo en dos semanas. Será un trabajo investigativo y practico, tendrán que hacer una lampara de lava, y luego escribir un ensayo de que materiales usaron para crearla, es obligatorio realizar este trabajo. – sonó el timbre que daba por terminadas sus dos horas de clase – Fue un gusto conocerlos a todos. Espero les vaya bien con el trabajo – dijo recogiendo sus cosas y guardándolas en su bolso

Hasta pronto – se despidió con la mano y salió del salón

¿Vamos juntas por algo de comer? – dijo Karla

Si, claro – respondí de inmediato, si Scott tenía razón en algo es que me quedaré aquí sin importar que, así que tendré que darle una oportunidad a este lugar y que mejor manera de hacerlo que con una amiga nueva

Me puse de pie mientras esperaba que Karla guardara todas sus cosas en su mochila, pero algo golpeó mi cara

¡Ay! – vi una bola de papel en el suelo
¿Estás bien? – preguntó arla aun guardando sus cosas?

Si, solo que esto me golpeó – me agaché para recogerla y cuando me levanté empecé a buscar a alguien que se viera culpable, pero no vi a nadie.
Caminé hasta el bote de la basura para tirarla cuando un chico me tropezó

Fíjate por donde vas – le dije y levanté la mirada hacia él

Era muchacho, tal vez con mi misma edad, un poco más alto que yo, un tanto delgado y robusto, pude notar un pequeño tatuaje en su cuello. Tenía la piel blanca, el cabello negro y un poco largo, algunos mechones caían sobre su cara, tenía las cejas bastante pobladas, pero bien hormadas, y los ojos azules.

Hola – saludó, su voz era un poco ronca – Disculpa por haberte golpeado con eso – señaló la bola de papel en mi mano y luego la pasó por su cabello para quitárselo de la cara

No pasa nada – sonreí, le lancé la bola y le atrapó – solo, no lo vuelvas a hacer – le guiñé un ojo en forma de juego y volteé a ver a Karla que me hizo una señal para que nos fuéramos

Adiós – me dirigí hacia ella y salimos del salón

¿Por qué hablabas con Ian? – preguntó Karla mientras caminábamos por el pasillo

¿Ian? – pregunté - El chico pelinegro, supongo

Sí – respondi

Bajábamos las escaleras con dirección a la cafetería, que se encontraba en la planta baja junto al salón de gimnasia. A mitad de clases, teníamos un lazo de 30 minutos para comer antes de que empezaran las últimas horas de clase
Solo se disculpó por haberme golpeado – dije con desdén

Entramos a la cafetería y nos dirigimos hacia la repisa, donde se encontraba el menú de comidas del instituto
Buenos días, ¿Qué van a pedir? – pregunto una dulce voz de señora detrás del aparador, era un poco alta, su piel se veía ruborizada y arrugada, tenía el cabello blanco y canoso, vestía una bata de cocinera

Me da dos sándwiches, unas papas y un batido de fresa, por favor – respondí y Karla me quedó mirando como si viniese de otro planeta – ¿Qué? No desayuné, no me juzgues

No lo hago – levantó las manos y fingió inocencia

Yo solo quiero un batido – dijo Karla
Esperamos unos minutos y la señora volvió con la que habíamos pedido

Gracias – respondimos Karla y yo al unísono

Como te decía – dijo Karla – no deberías hablar con Ian – dijo mientras caminábamos a una mesa vacía

¿Por qué no? – pregunté incrédula

Como se nota que no eres de por aquí – dijo

No, es obvio – dije – mira, allá hay una mesa vacía – señalé al lugar

Karla caminaba a mi lado en dirección a la mesa desocupada, miraba hacia todas las demás mesas y a las demás personas charlando entre sí, la cafetería en si era un lugar lleno de ruido; vi que Karla levantaba la mano para saludar a alguien, voltee para ver a quien saludaba, una chica pelinegra que estaba en una mesa junto a la rubia que está en mi clase, visualicé mejor la mesa y crucé miradas con Dan, él estaba sentado en la mesa con las piernas en la silla y la rubia de la clase estaba entre sus piernas sentada, sin embargo le sostuve la mirada a Dan y él tampoco dejó de mirarme, sentí que mi cuerpo se paralizaba

¡Karoline! – gritó – espera, tengo que hablarte

No pude hacer nada, solo me quedé ahí, viéndolo bajar desesperado de la mesa
Sentí que alguien me haló del brazo y me arrastraba afuera, pero no dejé de mirar a Dan.

Cuando volví en mí, me di cuenta de que estaba en el jardín principal del instituto y que Karla me había halado hasta ahí.

Nos quedan 20 minutos y no permitiré que los desperdicies hablando con ese idiota – dij

Gracias – respondí en voz baja

No tienes que agradecer, ahora vamos a sentarnos – dijo señalando una pequeña banca en medio del jardín

Asentí con la cabeza y caminamos hasta allá, comencé a comer uno de mis sándwiches mientras Karla bebía su batido, ambas en completo silencio

¿Quieres hablar de lo que te pasa con Dan? – dijo Karla tan repentinamente que hizo que me atragante un poco, no solo por el hecho de haber hablado, también me impactó su pregunta

¿A que te refieres? No me pasa nada, no sé de qué hablas – respondí un poco nerviosa y apenada

¿En serio? – dijo y volteó a verme – porque, allá se veía como si pasara algo

No, nada de eso – dije y mordí mi sándwich para evitar hablar

No tiene nada de malo sabes – hizo una pausa – es decir, si él te gusta, deberías aceptar

No – la interrumpí

No hables con la boca llena – dijo
entonces tragué y bebí un poco de batido para luego hablar, debía dejarle en claro que no me gusta ese idiota

Él no me gusta – respondí con firmeza – es un idiota

IN THE BLOODDonde viven las historias. Descúbrelo ahora