Eres insoportable. [Inosuke x Aoi].

CAPÍTULO 2: "En parejas".

Pov. Narradora:

Aoi pasó al frente y tomó con cuidado el papel, para luego leerlo.

— In... Inosuke —. Pronunció con fastidio —. Rengoku-sensei, ¿puedo cambiar de pareja, por favor?
— Me temo que no, Kanzaki-san.
— Entiendo —. Dicho esto, volvió a su lugar.

— Aoi-san —. La llamó Shinobu.
— ¿Sí, Shinobu-chan?
— ¿Por qué te molesta tanto trabajar con Inosuke-kun?
— Es muy molesto. No sabe quedarse callado y tampoco deja de fastidiar. Me hace sentir irritada e incómoda.

Lo que ninguna de las dos sabía era que en otro punto del aula se encontraba el ojiverde escuchando lo que ella comentaba sobre él, lo que lo hacía frustrarse un poco por sus palabras...

— Ya veo. Así que te molesta Inosuke-kun.
— Sí, nunca deja de hacerlo. Es estresante.
— ¿No lo has acusado?
— ¡Claro que sí! Muchas veces con cada uno de los maestros.

— Pero parece que no te han escuchado.
— No...

— De acuerdo, ahora colóquense con sus compañeros —. Dijo el más alto, a lo que el grupo obedeció casi al instante.

— Inosuke.
— ¿Ah? — Respondió, como siempre gritando o alzando la voz.
— ¿Por qué es que siempre gritas? — Cuestionó ella con los dedos en sus oídos.
— ¡Porque quiero y puedo!
— Hashibira-kun, ¿podrías bajar la voz, por favor? — Pidió Shinobu tan serena como siempre, quien se encontraba trabajando con Mitsuri.

— Tenemos que resolver las páginas 20-24 —. Explicó Aoi con rapidez mientras ojeaba el libro.
— Ajá —, Dijo Inosuke con aburrimiento sosteniendo una pluma en su mano derecha —. ¿Cuándo acabaremos?

— ¿Todavía ni empezamos y tú ya quieres terminar? No nada más es el libro, tenemos que hacer un trabajo práctico de lo que estamos haciendo.
— Házlo tú —. Sentenció con simpleza colocando el libro sobre su cara y cerrado los ojos mientras se recargaba en el respaldo del asiento.

— ¡Claro que no! Ambos lo haremos.
— Mmm...

Así prosiguieron las clases. Aoi discutía con Inosuke y lo acusaba con Rengoku-sensei, quien se notaba algo cansado de las quejas de la chica, pero la verdad era que a ella le acababa la paciencia y tenía que recurrir a los regaños por parte de los maestros para que entonces ellos hicieran algo al respecto con el chico.

En serio era imposible tratar con ese niño...