I Love Brat. I [PAUSADA.]

01·愛•Caricias en el culo.

¿Como era el sabor del chocolate espeso brindado con amor? Ciertamente Dahyun lo había olvidado. Como muchas otras cosas superficiales que ahora carecían de importancia.

Con un suspiro agotador, Dahyun tomó un sorbo de aquella agua que suponía era chocolate y se quedó observando por unos minutos más.

Hermosos árboles, grandes e imponentes se alzaban encima de otros, creando una manta protectora color verde sobre aquella montaña frente a su jardín trasero. Era una vista increíble y una muy fea pero mortal caída.

Sonrió. Echaría de menos este lugar y de cierta manera se sentía un poco culpable. Pero también emocionada. Entendía que en primer lugar, uno de los motivos por los que se marcharían era debido al trabajo de Mina, mirara por donde mirara, la empresaria tenía que pasar más tiempo el la ciudad y aún cuando se esforzaba por cumplir sus exigentes caprichos, a Mina le seguía quedando difícil. "Es momento de vivir nuevamente en la ciudad, cariño. Hay que recuperar la clase y dejar el salvajismo para el dormitorio." Y aunque ese comentario despectivo había logrado molestar a Dahyun, más tarde encontró la manera de sacarse la espinita y carajo, lo disfrutó completamente.

En segundo lugar, Dahyun no era alguien que se rindiera fácilmente pero no sería una completa idiota haciendo berrinche sabiendo que no podría ser la sombra de Mina en Japón debido a su propio trabajo. Amaba más a sus clientes y la cara de satisfacción que hacían cuando probaban alguna de sus delicias.

Sin embargo, no estaba del todo conforme cuando Mina sugirió dejarla con su amiga del alma para que esta la guiara. Dahyun no era ninguna bebé, ella era una niña grande. No necesitaba niñeras.

Oh no, definitivamente Dahyun odiaba esa idea.

¡No conocía a la persona en cuestión! Y su novia pretendía que se arrodillara y dijera: "si, señora."

Dahyun juró por sus pasteles hacerle la vida imposible a esa mujer, no importaba que tan amiga fuera de su novia o que tan fabulosa fuera siendo una Tamer, Dahyun no le tenía miedo a los azotes.

Puras palmaditas en el culo, nada más.

Claro, la expectativa de Dahyun cambió en cuanto vio esos grandes ojos cafés mirarla como a un bicho, de arriba a abajo, sin darle tiempo a pensar en otra cosa que no fuera la sensación de estar fuera de lugar.

Como un maldito ratón de laboratorio.

Entonces sintió el poder emanar de esa castaña que se hacia llamar Nayeon, y su reciente idea por desafiarla pareció atractiva, no obstante, dejó pasar por lo menos media hora, Dahyun tenía que asimilar el abandono de su Dom y la nueva tipa ya la quería desnuda.

Bah, eso aumento su furia y consiguió como castigo una zurra.

Y maldita zurra.

Dahyun estaba segura que esa mujer sería suave, que tendría consideración con ella por ser un lazo afectivo de mina. Se equivocó. Pero seguía enojada, con Mina por dejarla y ahora con Nayeon por hacer de un castigo algo excitante e intenso, por empujar sus límites a niveles de placer que no conocía.