Capitulo 2

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Addison POV

Levanté  la vista para encontrarme con una mujer rubia un par de centímetros más baja que yo
-¿puedo ayudarte en algo? - no tengo tiempo, estoy muy ocupada y además tengo una paciente muy complicada que además tiene un esposo complicado, llamé a psiquiatría, pero me dijeron que están teniendo un día difícil y no pueden venir por ahora, y que no pueden atenderlos a menos que sea una emergencia, les dije que era una emergencia, pero me dijeron que mientras ninguno de ellos fuera violento no pueden hacer nada por ahora, pero que lo harán en cuando puedan, se lidiar con muchas cosas, a lo largo de mi vida laboral he aprendido como lidiar con hombres que intentar coquetear conmigo incluso cuando su mujer está dando a luz, con mujeres que no quieren que las atienda, con esposos que se desmayan en medio del parto y un montón de cosas que la gente ni se imagina que pueden pasar en medio de un parto, pero no sé cómo lidiar con un hombre y una mujer que dicen ser el mismísimo Mussolini y su esposa, no puedo ingresarlos ni saber su historial médico, no se como reaccionar, además me exigen que los atienda un hombre, pero como dije, ha sido un día complicado y no hay nadie además de mi que los pueda atender.
-iba a preguntar lo mismo- las palabras de la chica me sacaron de mis pensamientos
-¿de casualidad eres un hombre y sabes como traer un bebé a este mundo?- ella negó con la cabeza -entonces supongo que no puedes ayudarme-
-lo siento, desearía ser un hombre y saber traer un bebé al mundo- reí de manera floja por lo tonto que sonaba
-no, yo lo siento, estoy teniendo un mal día y tengo una paciente un poco complicada- ella sonrió y por un momento sentí que el mundo había parado, como si en el momento en que dejara de mirar su sonrisa el mundo explotaría
-siento que estés teniendo un mal día, te vi estresada y por eso vine ¿te puedo ayudar en algo?-
-no lo creo, pero me hiciste salir de mi propia cabeza por un momento, gracias por eso-
-no hay problema, animar a la gente es algo así como mi trabajo- y ahí estaba nuevamente esa sonrisa -soy Kara Danvers, por cierto- estiró su mano frente a mí para que yo la estrechara y así hice
-Addison Montgomery -
-un gusto Addison- estaba a punto de decir algo más cuando una enfermera nos interrumpió
-doctora Montgomery su paciente en la 305 está pidiendo un médico -
-debo irme- dije a Kara
-adelante, eso es más importante que yo-
-me encantaría volver a verte- no sé de dónde salió eso, pero es completamente cierto
-estoy aquí de paso, así que no sé si podamos volver a vernos, pero espero que tu día mejore- y ahí estaba nuevamente la sonrisa plasmada en su cara

-doctora- la voz de la enfermera me trajo a la realidad nuevamente 

-voy - me giré y la seguí camino a la habitación, se que no es lo que están esperando, pero tendrán que conformarse conmigo 

-pedí un doctor, no quiero que una cualquiera traiga a mi hijo al mundo, para eso estamos en un hospital- rodé los ojos, se que no debería actuar así, pero la verdad es que ya no puedo aguantarlos más 

-bien, entonces asegúrense de que me llamen cuando su mujer esté gritando del dolor, que por seguro la hará sentir que la están desgarrando por dentro, o cuando pierda la consciencia y así podremos hacer una cesárea y esperemos que ni su esposa ni su hijo mueran en el proceso- dije saliendo de la habitación 

-doctora- 

-avísenme cuando estén listos o cuando ella o el bebé empeoren- y con eso me dirigí al baño a refrescarme un poco, estando en el baño me encontré con Cristina, como si mi día no pudiera ser peor ahora debo aguantar las miradas y los comentarios de Yang que no se queda callada por nada del mundo 

-así que, Mussolini por lo que escuché - dijo con una sonrisa sarcástica 

-no se que es lo que le parece gracioso doctora Yang, que mi paciente y su esposo estén posiblemente delirando o que no me permitan atenderla, lo que probablemente signifique complicaciones, eso en el mejor de los casos-

- tienes que admitir que es gracioso Addison, si no fuera tu paciente también estarías riéndote y lo sabes- dijo terminando de secar sus manos y salió del baño 

-supongo que no son muy amigas- dijo una voz que extrañamente me parecía familiar a pesar de lo poco que la había escuchado

-no, la verdad no tengo muchas amigas por aquí- 

-bueno, me puedes contar a mi como una si gustas- 

-si supieras las cosas que he hecho no me dirías eso  - la rubia frunció el ceño  

-¿las volverías a hacer?-  preguntó

-no, no lo sé, ¿tal vez? pero no de la misma forma, definitivamente - dije 

-entonces creo que aún sabiéndolo te lo hubiese dicho, puedo se tu amiga Addison si así lo quieres- y la sonrisa volvía a estar en su cara, sus dientes perfectamente blancos asomando otra vez

-¿y si no quiero ser tu amiga?- las palabras salieron mas bruscas de lo que pretendía

-oh, yo, perdón, pensé que tú tal vez, lo siento, no debí asumir, perdón - la sonrisa había desaparecido de su rostro y se encaminó a la puerta, pero algo en mi no me permitía dejar las cosas así, alargué mi mano y tomé su muñeca, cuando se dio vuelta, la velocidad de su movimiento hizo que su cabello se moviera y sus mechones rubios enmarcaban su rostro, resaltando sus hermosos ojos

-eso no era lo que quería decir, o al menos no la manera- sin saber de donde estaban saliendo todas estas palabras ni la valentía que me tomó dar un paso adelante para que la rubia quedara entre la puerta y mi cuerpo, un paso más y nuestros cuerpos estarían en contacto, ya no serían solo mi mano y su muñeca, acerqué la mano que no estaba aferrada a su muñeca y aparté un mechón de cabello de su cara 

-tus ojos son hermosos- me resultaba imposible apartar la mirada de sus ojos

Correr es lo más cercano a volar (Addison Montgomery  X Kara Danvers)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora