Capitulo 8

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Addison POV

-no, no es eso, es solo que- tomé una gran bocanada de aire y luego exhale para poder hablar lo mas tranquila posible- perdón- 

-¿por qué?- 

-anoche yo, fui un desastre, perdón- ella se acercó a mi y tomó mi rostro entre sus manos

-no tienes que pedir perdón, no a mí, no heriste a nadie, no has hecho nada malo Addie- mi mirada viajó a sus labios, perdiéndome en el recuerdo de la noche anterior, pasé mi lengua entre mis labios y trague saliva en un vano intento de sentir mi boca menos seca, quería perderme nuevamente en ella, besarla, pero la vergüenza no me lo permitía, sin embargo bastó mirarla a los ojos para que ella eliminara la distancia entre nuestras bocas, fue un beso corto y tierno, que duró solo unos segundos, pero me bastó para saber que deseaba hacerlo otra vez, sin embargo nuevamente la vergüenza me ganó y ella se apartó 

-entonces ¿Cuál de estos es mío?- dijo mirando los cafés en la mesita de noche, yo tomé uno y se lo entregué - muchas gracias- 

-no hay de qué- también te traje esto - dije entregándole la bolsa de papel con un muffin dentro 

-es de chocolate- dijo sonriendo y yo no puedo creer que alguien tan luminoso apareciera en mi vida 

Al llegar al hospital Kara llamó a Alex para que estuviera conmigo en lo que ella iba a tomar una ducha y yo chequeaba a Rachele, al terminar de chequearla ya no tenía más pacientes, ya que se suponía que debía ser mi día libre, pero le había dicho a Webber que era una paciente complicada y que preferiría atenderla yo

-Aun no puedo creer que sea la esposa de Mussolini- dije saliendo de la habitación, la mayor de las Danvers estaba apoyada en la pared a un lado de la puerta

-es difícil, al principio me costó acostumbrarme a este tipo de cosas, quiero decir, mi trabajo involucra aliens, pero los viajes en el tiempo son complicados- 

-¿aliens?- pregunté 

-pensé que Kara te había explicado todo- 

-al parecer omitió ese pequeño detalle ¿desayunaste?- pregunté 

-si, pero no me vendría mal un café- 

-genial, a mi tampoco- dije caminando al elevador 

Estábamos sentadas en la misma banca en la que ayer estaba con Kara cuando Alex dijo lo que no quería responder y que no sabía como responder

-entonces tú y mi hermana- 

-¿nosotras que?-

-creo que es obvio, porque conozco a mi hermana, y es aun más brillante de lo habitual cuando está contigo y al ver la sonrisa en tu cara, eso no ha pasado desapercibido, pero nos vamos en cuanto Rachele esté mejor y creo que ninguna de ustedes se ha puesto a pensar en eso- tenía razón, al menos yo no lo había pensado, es solo que cuando estoy con ella el tiempo no parece correr

-claro- fue lo único que pude decir

-solo, no se encariñen demasiado- dijo la castaña 

-tal vez es un poco tarde para eso- 

-¿un poco tarde para qué?- preguntó Kara sentándose a mi lado 

-para-

-desayunar- corté a Alex- acabo de recordar que no desayuné-

-podemos comer algo si quieres- dijo la rubia 

-no, está bien, puedo esperar hasta el almuerzo- dije - ahora debería ir a ver a Rachele otra vez, creo que pronto tendremos que hacer una cesárea- 

-voy contigo- dijo la rubia 

-está bien, deberías descansar un poco, debes estar agotada de seguirme a todas partes, de seguro a Alex no le importa quedarse conmigo otro poco, no creo ser tan mala compañía- 

-no, para nada- dijo la castaña poniéndose de pie a mi lado y encaminándonos nuevamente al hospital dejando a Kara ahí

-Luego de volver a chequear a Rachele otra vez y comprobar que más temprano que tarde deberíamos hacer la cesárea salí esperando encontrar a Alex apoyada en la pared como en la mañana sin embargo me encontré con unos ojos azules que habían sido mi vista favorita estos dos últimos días

-¿todo bien?- preguntó 

-si ¿por qué no habría de estarlo?-

-no lo sé, no quisiste que te acompañara ¿dije algo que te incomodo? ¿hice algo mal?- tomé su mano y la metí a la primera sala de descanso que encontré 

-no es eso, es que-

-¿que?- 

-nada, solo, olvídalo -

-dime, puedes decirme lo que sea, no tienes que reprimir nada conmigo Addie- 

-es solo que, te vas a ir y no puedo creer que tuve que esperar toda mi vida para conocer a alguien como tú- solté el aire que no sabía que estaba reteniendo y volví a hablar- tuve que esperar toda mi vida para conocerte A TI y en menos de lo que quisieras te vas a ir- 

-pero ahora estoy aquí-

-no por mucho- 

-dame tu mano- 

-Kara-

-dame tu mano Addison- estiré mi mano y ella tiró de mi hasta que quedamos muy cerca y posó mi mano en su pecho, su latido era irregular- estoy aquí- dijo 

-estás aquí - repetí y me acerqué aun más a ella, puse mi otra mano a la altura de cabeza, pero Kara no iba a permitirme tenerla en esta posición, pasó su brazo por debajo del mío y lo empujó, invirtiendo nuestras posiciones, siendo yo la que está ahora entre su cuerpo y la pared, en estos momentos aún siendo un par de centímetros más alta que la rubia me sentía pequeña, sus ojos clavados en mí me daban la sensación de que no podía esconderme de ella, como si fuera transparente, relamí mis labios y trague en seco, pasando mi vista desde sus ojos a sus labios 

-pídemelo- negué con la cabeza, jamás he pedido algo así y no lo haré ahora- solo tienes que decirlo- volví a negar y ella se separó de mí 

-Kara por favor- mi voz salió más ronca de lo que esperaba, ella lo sabía, la deseaba y ella lo tenía más que claro

-dilo- dijo volviendo a la posición en la que estábamos segundos antes, sus ojos con la pupila dilatada, y su labios, era como si sus labios pidieran por los míos y los míos me reclamaban cada segundo en que no hacía nada para calmar el fuego dentro de mi, me incliné un poco para poder besarla pero ella se apartó- dilo- 

-porfavor Kara, solo quiero un beso-

-eso era todo lo que quería oír- dijo capturando mis labios con los suyos, solté un gemido involuntario cuando se separó de mi y sentí como sonreía contra mis labios

-cierra la puerta- 

-pero está cerrada- dijo 

-pon el seguro Kara- ella obedeció y volvió a donde estaba antes de eso, y cuando pensé que volvería a unir nuestros labios comenzó a besar mi cuello, mi respiración agitándose cada vez más, volviéndose cada vez más pesada, el cuarto cada vez más caluroso, entonces sentí su pierna entre las mías, ejerciendo presión y liberando un poco de la tensión acumulada en el centro de mi cuerpo -Kara- dije y sus besos comenzaron a subir de mi cuello a mi mandíbula, sus dientes en el lóbulo de mi oreja y luego el sonido de su respiración agitada, la sensación de su aliento tibio chocar contra mi cuello, un gemido escapando de mis labios 

-shhh, dudo que estas paredes sean a prueba de ruido y hasta donde se, fuera hay gente- sus manos viajaron por mi cuerpo hasta llegar al borde de mi camiseta, quitandola al instante, suave, pero firme- wow- dijo alejándose para observarme mejor, al menos fue un buen día para vestir lencería bonita 

-vuelve aquí a terminar lo que empezaste- dije 

-tengo toda la intención de hacerlo, solo me detuve un momento a apreciar la vista- dijo volviendo frente a mi cortando la distancia entre nosotras y juntando nuestras bocas, su lengua pidiendo un acceso que no me atrevería nunca a negar.

Correr es lo más cercano a volar (Addison Montgomery  X Kara Danvers)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora