20 razones para no enamorarte de mi.

Razón N° 3. No sé lo que quiero.

Cambiando un poco el título del capítulo, en la mayoría de las veces si sé lo que quiero, pero esta vez me refería que aún no comprendo la diferencia entre "querer" "necesitar" y "ser bueno en algo"

Obviamente no iba a poner ese título tan largo.

Comencemos con lo que supongo que es:  querer.

No tengo muchos amigos y eso me gusta, me gusta quedarme callado mientras alguien más habla. Me gusta comentar las cosas que me parecen interesantes y aveces criticar el pensamiento de alguien más.
Me parece interesante la labor que tienen los psicólogos, analizan las actitudes y pensamientos de otras personas, la manera en la que ellos intentar convencerlos de que todo ser merece amor y respeto. Quiero ser psicólogo, ayudar a alguien a superar sus traumas acumulados a travez de ellos mismos.

Continuamos con la necesidad; o lo que significa necesitar para mí.

Necesito escribir mis pensamientos porque las palabras son difícil de sacar de mi boca. Es como si se me olvidara como hablar con alguien; al momento tengo muchos pensamientos que vuelan por mi mente pero al intentar mover mi lengua desaparecen y comienzo a inventar palabra cambiando algunas de sus letras. Por eso, necesito ser escritor.

Y finalizamos con: ser bueno en algo.

Desde pequeño, mi madre me obligó a practicar matemáticas con un tutor particular, dijo que era algo indispensable para la vida conocer matemáticas básicas. El tutor no solo me enseñó matemáticas básicas, me enseñó que las matemáticas no son complicadas sí las entiendes desde el principio, son fáciles si de verdad las comprendes desde sus bases, así que, gracias a mi madre y al tutor, soy muy bueno en las matemáticas.

Okey, se preguntarán por qué tuve una introducción muy larga y aquí va mi respuesta.

~ 30 minutos antes ~

— Entonces concluyendo está reunión, me gustaría invitar a que participen en este pequeño concurso y exploren las áreas a las que pocos se atreven a entrar — dijo el director de la universidad, invitándonos a todos a participar en un concurso de matemáticas.

Inmediatamente pensé en lo que me esperaba, al poco rato después del anuncio, Sarah y Marco llegaron entusiasmados.

— Vamos, Arte, vas a ganarles a todos — dijo Sarah moviendo mi brazo de un lado a otro.

— Si, no sé porque estás en la carrera de psicología sí eres un genio en las matemáticas avanzadas. — continúo Marco. Que pesadilla.

— Por favor, déjenme en paz. — dije caminando intentando ignorar su petición.

— Imagina esto, tú, ganando el concurso, llevándonos a la playa con el dinero del premio — Marco movió sus manos como si estuviera imaginando algo.

— De seguro hay personas más avanzadas en las matemáticas que yo, no sé por qué lo piensan tanto — ignoralos, Arte, ignoralos, me decía a mi mismo.

— ¿En humanidades? ¿En serio? — dijo Sarah, casi burlándose.

— Hagamos algo — dijo Marco deteniéndome y agarrando mis hombros.— Si ganas, además de irnos a la playa, te compraré toda la colección de el maga que tú quieras — Dios mío, eso es muy tentador — Pero si pierdes, tendrás que limpiar la casa de ambos — dijo señalando a Sarah — por 2 semanas.

— ¿Y que va a perder Sarah? — dije mirándola.

— Amm... Te compraré el muñeco que querías. — dijo diciendo lo primero que pensó.

— Reto aceptado — dije tomandolos a ambos de las manos. — Ja, que tontos son.

Tiempo después de aceptar el trato de mis mejores amigos me fui a inscribir al concurso. Al entrar al salón donde se encontraba el encargado, noté que había una fila para inscribirse, no me importó y esperé en silencio. Hasta que una voz rompió la burbuja de paz que había construido.