desecrated love [Cassandra Dimitrescu X Female Reader]

Capítulo 2

Lentamente fue abriendo los ojos adaptándose a la luz que iluminaba la habitación, miró con morbo hacia la nada, recordaba aquella pesadilla, aquella escena en donde veía a su madre morir en manos de una bestialidad no humana.

Hizo a un lado las mantas que mantenían su cuerpo cálido y caliente entre los inicios de otoño, sobo sus ojos y se levantó en camino al baño. Apego sus manos e hizo una posición en la forma de pozo para dejar que el agua que salía del grifo fuera acumulándose y terminará impactando en su rostro, quedó entre el colapso mental haciendo un pequeño hueco entre sus manos y se terminarán escabullendo pequeñas gotas de agua.

Se terminó de asear y se ocupo en vestir adecuadamente, tomó de sus botines y re acomodo su túnica cual le quedaba algo apretada entre las caderas, apretó su corcel y acomodo sus mangas, suspiro con agobio y trató de mantener los ojos lo más abiertos posible para no terminar cerrandolos y caer en cualquier lugar fuera que estuviera.

Salió de la habitación y camino con prisa hacía uno de los pasillos entre el enorme castillo, apretaba las mangas de su túnica mientras estaba en busca de su ama.

—Eleanor~— en cuánto escucho su nombre salir de una carismática voz chillona le fue inevitable no sentir un escalofrío recorrer entre sus pies—

—lady Daniela, desea algo...?— Daniela se acercó divertidamente hacia Eleanor, pasó las uñas por sus hombros, convirtiendo la escena en un tétrico momento, se acercó a su cuello e inhala el olor que Eleanor desprendía de su cuerpo—

—sólo venía a saludar, como todos los días— soltó una risa chillona, se alejo de quien detallaba una piel pálida y esparció sus escarabajos alrededor de sus pies, Eleanor contuvo el morbo de no saltar entre las moscas que pasaban por sus pies, vio a la castaña desaparecer, como si no quedara ningún rastro de ella, solo pequeños insectos que aún seguían entre las paredes—

—que agradable saludo—murmuró y continuó su camino hacia la cocina—

Al llegar a la cocina ya había tres bandejas en el mostrador, tomó la de enmedio y junto a un vaso de porcelana y una servilleta, tomó un cuchillo y se hizo un corte en la palma de su mano, sus expresiones no tardaron en demostrar el dolor por segundos, comenzó a dejar que la sangre cayera en el interior del vaso hasta que llegara a mitad de camino, tomó la servilleta y se presionó en la rajada. Cuando pasaron los minutos necesarios, tomó la bandeja y camino hacia las habitaciones principales.

Abría y cerraba los ojos con fervor, se sentía mareada por la cantidad de sangre dada y aún así no lograba acostumbrarse, al tener la puerta por delante, hizo sonar dos golpes ligeros en busca de la atención de dicha señorita dentro.

Al no escuchar respuesta asumió que se encontraba en brazos de morfeo así que abrió delicadamente la puerta, la cerró segundos había entrado a la habitación y dejó la bandeja en la mesa de noche. Se acercó a las cortinas y se ocupo de cerrarlas para evitar cualquier rayo de sol pues así siempre se mantenía el ambiente, dio más leña a la chimenea y se ocupo de preparar el desayuno adecuado para su señoría.

—lady Cassandra su desayuno ya está listo—susurro cerca de la cama, se postuló en la orilla con la espera de ver algún movimiento de su señora—

—...mmñmmñmm...—murmuró con la almohada en el rostro—

—es mejor que despierte antes de que su madre lo haga—volvió a susurrar—

Al no ver colaboración de parte de su señora, se sentó en la orilla de la cama y comenzó a quitar las sábanas que cubrían el cuerpo desnudo de cassandra. Miró a otro lado mientras la ayudaba a sentarse. Por un momento su mirada se concentró en los ojos frívolos de su señora que no dejaban de ver cada uno de sus movimientos, sus reacciones, absolutamente todo.