Fear the Ark (Clexa)

The New Beginning (3)

Alicia Clark fue encerrada en un bunker hermético en la Tierra minutos antes de que comenzaran las explosiones de radioactividad.
"El principio es el final".
Se despertó en una especie de agujero con luz fría en el cuál estaba tumbada y en su cabeza simplemente sonaba esa frase.

Cuando salió de allí investigó a lo largo de todo el bunker y descubrió una cámara criogénica, entendiendo que probablemente había dormido durante bastante más tiempo del que ella pensaba, aunque poco recuerda de cómo llegó a entrar ahí.

Sin embargo, recordaba claramente todo aquello que había ocurrido hasta que la encerraron en ese bunker.
Salió corriendo tratando de encontrar la puerta de salida, pero para cuando llegó, se dio cuenta de que algo había cambiado por completo.

X: Heda
-Se arrodilla-

Alicia no sabía cómo reaccionar ante aquello.
Distinguió una figura a lo lejos que le resultó familiar, y se acercó esquivando a la masa de gente que se había arrodillado ante ella.

Teddy: Hola, Alicia
Te dije que el fin era el principio y que tú serías la persona que llevaría todo esto a cabo

Alicia: Es imposible que estés vivo

Teddy: Tan imposible como que lo estés tú, comandante

En ese momento Alicia se dio cuenta, no era él, era un holograma.
Estiró su brazo para tocarlo y lo atravesó tal y como imaginaba.
Comenzó a unir las pocas piezas que tenía.
Ellos la habían llamado Heda, y él comandante, así que ese sería el significado de la primera.

Un instante después su cabeza comenzó a pensar en mil cosas, y un chico corpulento fue a hablarle en un idioma que a simple vista creyó desconocer, pero que luego vio que dominaba a la perfección.

Lexa Woods, ese era el nombre por el que la habían llamado algunas personas, así que decidió que ese sería el nombre con el que llevaría a cabo ese nuevo comienzo.
Jus drein Jus daun sería el lema de su pueblo, la supervivencia requiere sacrificios.

Quizás Alicia nunca habría actuado de esa manera, quizás habría intentado salvar a todo el mundo, pero realmente nunca se pudo salvar a sí misma.
Lexa nunca dejaría que nadie, absolutamente nadie se interpusiera ante ella.

El chico corpulento se llamaba Gustus, se enteró poco después, y lo nombró guardia personal.

Gustus: Heda, algún problema?
Cree que podremos conseguir salir de aquí sin que nada ocurra?

Lexa: Sí Gustus, saldremos mañana al amanecer

Gustus: -Asiente-

Esa noche Lexa se acostó en la cama pensando en una imagen fuerte que había pasado por su cabeza poco después de despertar en la cámara criogénica.
Unos ojos azules la miraban como pidiéndole más de algo que ella no sabía qué era.
"El azul del mar, quizás es una señal de que deba ir hacia él, sus ojos me miran".

Lo que Lexa no sabía y nunca llegaría a saber hasta tiempo después, era que esos ojos no correspondían al mar, correspondían al cielo y la miraban esperando una señal de que todo estaba bien ahí abajo.