No mentiré. Solo pensé en la anciana Han. Podía ser algo egoísta, pero la quería demasiado como verla ser engullida por un tigre gigante. La aparté con rapidez y me puse delante de ella.
Por suerte la mayoría de habitantes se valían por sí mismos y se habían refugiado en sus casas por temor. ¿No pensaban atacar?
No. Aquello no era una bestia mundana, era algo gigante naranja y negro que rompía cerámica y se comía el cerdo de la anciana.
No sé cómo, pero la fuerza me salió de alguna parte: aparté a MinMin a un lado y di pasos seguros hacia el animal, quién no retrocedió ni sé sintió intimidado.
Suspiré. Me miraba.
¿Porqué? ¿PORQUÉ TE METES EN ESTO RHEE SEONGJOON?
Sí, porque Rora me había estado entrenando para ser el próximo rey. Porque debía proteger a aquella que sería mi gente.
Tragué en seco.
—¿Estás seguro?— Me dijo una voz aterciopelada de alguna parte.
—Sí. Creo que sí.
Puse un pié detrás del otro, el tigre me copió con una de sus patas, como un espejo. Tomé carrerilla hacia a él y entonces olvidé la existencia del público; aquél pueblo incapaz de dar protección a un preadolescente que iba a luchar contra semejante bestia.
Y enconces, cuando nuestros cuerpos chocaron vi a la ardilla de mi hombro. ¿Porqué cuando estaba creía estar a punto de morir todo parecía pararse? Sí, no la había visto antes.
Como esperaba, el cuerpo del animal superó al mío en fuerza, por lo que acabó tirándome al suelo y en parte aplastandome con sus patas.
Recordé cuando Paithon me ganaba y sentí rabia. ¿Era tan fácil ganarme?¿Era tan débil como para tirarme al suelo sin ni tan solo haber empezado a pelear?
No, no lo era. Por mucho que lo pensase.
«Quiero ayuda»
Pensé. Y la deliciosa voz se presentó nuevamente mientras sentía el aliento mojado del animal encima de mi cara.
—¿De verdad la necesitas?
Abrí los ojos—los había cerrado para no ver los colmillos encima se mi cara— y me pregunté quién me hablaba.
El tigre cerró la boca a centímetros de mí, pensé que me quería hacer sufrir porque aún no me había arrancado la cabeza, pero quizá era extraño afirmar algo así de un animal.
—La necesito —Asentí ladeando la cabeza.
Por entonces no creí lo que hizo mi cuerpo. Pero lo hizo. Mi pierna se elevó sola y elevó al tigre haciéndolo flotar sobre la suela de mi zapato. Seguidamente mi otra pierna le dió una patada haciéndolo bolar por los aires hasta chocarse con un árbol.
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Kuïl
FantasyCuando Saja (사자), uno de los grupos de K-pop más famosos del mundo parece estar a punto de undirse debido a la tensión entre sus integrantes, el líder del grupo se alza entre los integrantes para contar la verdad y nada más que la verdad. "Mi nombr...