CAPITULO 2
"Rock and roll"MESES ANTES.
¡Es hoy, ¡es hoy!
Me miro en el espejo decidiendo entre maquillarme o no.
Deena había estado en una situación muy parecida a la mía, ella usaba pupilentes para pasar inadvertida entre las personas e incluso tenían que ser de color café (que es el más común) porque hasta tener ojos de color verde era todo un espectáculo.
¿Yo? Me maquillo para tapar las indeseables manchas alrededor de mi cara y mi cuerpo en general.
Tengo vitíligo, una enfermedad en la piel que se caracteriza por la aparición de manchas blancas (sin coloración), digamos que al nacer, las células epiteliales responsables de dar color a la piel, no fueron suficientes para cubrir todo mi cuerpo.
Es una enfermedad autoinmune y suele ser genética, pero según mis padres y abuelos no tengo parientes que tengan alguna conexión con esa enfermedad, así que soy como uno en un millón.
Mis padres podrían haberme raptado al nacer y no ser mis verdaderos padres, pero por desgracia tengo rasgos parecidos, si no idénticos a ellos.
Por si fuera poco que mi vida social y mi autoestima se fuera al caño a lo largo de toda mi niñez y parte de mi adolescencia, tengo el cabello color de un tono poco característico según me dicen, es un tono rojizo- castaño, lo cual era otro motivo de burla.
Tal vez, si me dejara caer algunos cuantos mechones de pelo por la frente me taparía la mancha de mi ojo que es la más visible.
Tuerzo las labios dudando, Tal vez, podría ser valiente y comenzar de nuevo.
Poder exponerme al mundo tal cual soy.
Si, eso suena ridículo...
Después de unos minutos en los que me termino de alistar, estoy metiendo las cosas en mi mochila y me encuentro la base de maquillaje, la sujeto entre mis manos.
-Daylin, ¿Ya estas lista? Debemos irnos.-Kandrick me apresura desde el marco de la puerta.
-Claro, ya bajo.- me mira con una expresión de reproche al ver mi rostro y después de unos segundos desaparece por el pasillo.
Me bajo la manga para que me cubra bien la muñeca y meto la base de maquillaje a la mochila. Me volteo de nuevo hacia el espejo y me analizo el rostro.
Podría ser valiente, pero no lo soy.
Soy cobarde, no soy lo suficientemente fuerte para enfrentarme ante mis inseguridades.
Suspiro para alejar las lágrimas y me alejo de mi reflejo y de mi cuerpo oculto bajo el maquillaje.
Al llegar a la escuela Kandrick se estaciona en un puesto vacío, miro a mi alrededor, chicos y chicas encontrándose entre ellos, abrazándose, saludándose animadamente, parejitas dándose besos discretos, platicando, y aunque se ve una gran masa de personas en el aparcamiento la mayoría debe estar ya en las aulas o en los pasillos.
El timbre debió haber sonado hace aproximadamente 5 minutos, por lo que se supone que vamos tarde, hay gente entrando por las grandes puertas de la escuela.
Observo la entrada por la que todos los estudiantes entran y suspiro nerviosa, desvío la mirada y algo capta mi atención, una motocicleta negra estacionada junto a las bicicletas, instintivamente lo busco con la mirada volteo hacia la entrada pero solo veo cabezas de estudiantes entrando en gran multitud, ni siquiera lo he visto y ya siento los nervios fluyéndome por todo el cuerpo.
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El código de las vergüenzas
Ficção AdolescenteVergüenza, ingenuidad, ridiculez, timidez, humillación. Ummm tantas opciones y tantas palabras que me definen ¿Por dónde empezar? Tal vez por ¿Timidez? !Ajá! empecemos por ahí, pero ¿Cómo no serlo? Si me la vivo en ese mar de vergüenza que simpleme...