Capítulo 01

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Joanie Leduc Espinoza

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Joanie Leduc Espinoza.

París, Francia.

Primera arcada.

Segunda arcada.

Tercera arcada.

Siento como mi desayuno y almuerzo son desechados en el retrete, el vómito invade con más arcadas y termino devolviendo todo de nuevo hasta que siento que he quedado vacía.

Tomo un trozo de papel y limpio mi boca para después ponerme de pie y mirar mi reflejo en el espejo del baño. Suelto un suspiro lento mientras cierro mis ojos para mojar mi rostro y lavar mi boca; bajo la palanca del baño y salgo de aquí.

Comienzo a vestirme, tomo un vestido veraniego blanco, acomodo mi cabello y maquillo mi rostro un poco, finalmente cuando estoy lista salgo de mi habitación, una vez que comienzo a bajar por las escaleras escucho la voz de mis hermanos.

—¿A dónde vas? —Alexandre pregunta mientras arregla su cabello castaño, sus ojos miel me enfocan y por consiguiente mis otros tres hermanos me miran también.

—Saldré con Belmont —respondo sin más, acercándome a la sala en donde están.

—Yo solo escuché que dijiste: "saldré con un idiota" —habla Chandler ahora, mi segundo hermano.

Todos ríen logrando que blanquee los ojos ante su mal chiste que para mí no tiene nada de gracia.

—No es gracioso —respondo mientras tomo asiento en un sofá individual.

Tengo cuatro hermanos.

Remi, el mayor con treinta y dos años.

Chandler, de treinta años.

Alexandre y Antoine, ambos son mellizos y tienen veintiocho años.

Y finalmente estoy yo, de veintisiete años, la menor del clan Leduc Espinoza.

Todos tenemos en común el característico tono miel en el cabello, mismo tono que ante el sol parece convertirse en un tono dorado y brillante, así como nuestros ojos son de un lindo tono avellana: sutilmente verde con marrón, la combinación de ambos tonos crea un lindo color miel. Son rasgos que identifican a nuestra familia.

—Es irónico —comienza Remi esta vez—. No entiendo porque sales con un idiota como Belmont cuando perfectamente podrías salir con un mejor hombre.

—Creí que era tu amigo —hablo hacia mi hermano mayor y con una ceja elevada ante lo último dicho.

—Lo era —corrige, resaltando el pasado—. Hasta el día que me dijo que estaba saliendo con mi hermana menor.

Los recuerdos llegan a mi cabeza.

Belmont Dubois, mi novio. Él y Remi eran buenos amigos, fue por mi hermano que lo conocí. Comenzamos a hablar y salir, hasta que finalmente y poco tiempo después terminamos formalizando una relación.

Herederos: InevitableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora