𝐓𝐇𝐄 𝐖𝐈𝐓𝐂𝐇; Carlisle Cullen

01

ISABELLA SWAN ESTABA ENCERRADA EN SU HABITACIÓN, SUMIDA EN SU BÚSQUEDA. La joven adolecente de tan solo diescisiete años estaba metida en la pantalla de su computadora con un libro de historias de la reserva a su lado. Estaba tratando de descubrir cuál era el secreto que escondía la família Cullen, más en específico, Edward Cullen.

No era la primera vez que estaba metida en asuntos sobrenaturales, si fuera como el resto de gente ignorante del pueblo los hubiera dejado pasar e ignorar los sucesos extraños que los rodeaban, pero no era su caso.

Estaba más que intrigada en el porque esa família a pesar de ser de diferente sangre era extremadamente parecida y estaba a nada de resolver su enigma.

- Piel pálida... Mismos ojos... - Anotaba en voz alta para sí misma las coincidencias que encontraba - Super velocidad... Super fuerza... Temperatura baja...

Seguía atando cabos en su mente, hasta que todo quedó unido.

- Vampiros

Abrió sus ojos como platos, llevándose como reflejo sus manos a su boca ahogando una exclamación de sorpresa. El chico del que estaba empezando a enamorarse era un frío, el era un vampiro, con toda su família incluida.

Se fijó en la hora de la pantalla, eran las tres de la madrugada pero eso no le importó, se levantó de manera apresurada y torpe, corrió hasta su cama para agarrar con sus manos sudorosas su teléfono.

Un tono, dos tonos, tres tonos.

- ¿Aló? - La voz ronca de su tía sonó del otro lado de la línea

- Tía, soy Bella. - Su cuerpo temblaba al igual que su voz, logrando así preocupar a la mujer

- ¿Bell? ¿Qué sucede? ¿Estas bien?

- Si, es que acabo de descubrir - Hizo una breve pausa - a un clan de vampiros en Forks, tengo miedo - Admitió

- Oh, es eso. - Contestó despreocupada.

- ¿"Oh es eso"? ¿Lo sabías?

- ¿Tú crees que dejaría que mi pequeña sobrina vaya a vivir lejos de mí sin saber si estaba segura? Si sabía, Bell. Estan allí hace unos años, pero son vegetarianos, no te preocupes - Le restó importancia

La mujer a la cual había llamado Isabella era nada más ni nada menos que su querida tía Melanie Higginbotham. Una bruja. La chica era tan solo cuatro años mayor a su sobrina, hermana menor de su madre. También era la causante de que cierto vampiro no pueda entrar a la mente de su sobrina.

- ¿Vegetarianos? - Preguntó incrédula

- Habla mañana con el. Tengo sueño, mañana tengo que seguir con la gira de Phill y tú madre. ¿Por qué te interesa tanto?

- Es que... nada

- Hagamos como que te creo, Isabella. Cuándo pase algo malo me llamas, o al menos preguntame como estoy - Bufó

- Lo siento - Largó un suspiro divertido logrando calmar la tensión que había temido minutos antes

Siguieron charlando unas horas para ponerse al día ya que la chica había logrado espantar el sueño de su tía.

La relación que tenían era parecida más a la de hermanas, se contaban todo, hasta los detalles más mínimos. Isabella era hija única, su madre era muy diferente a lo que ella era, sus personalidades eran casi todo lo contrario, pero respecto a su tía eran bastante parecidas.