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— no quiero ir — dijo el castaño sobre la cama, tirado sobre esta de una manera muy dramática.

Jimin lo miró desde el espejo mientras se colocaba el segundo arete, rodó los ojos y siguió con lo suyo.

— te pones insoportable cuando se llevan a Beom —.

— cuando tengas al tuyo entenderás lo que es estar un día sin tu hijo — reprochó mientras levantaba su cabeza.

De manera inconsiente guió una de sus manos a su plano vientre, sonriendo al imaginar a su pequeño o pequeña — espero que sí — murmuró para si mismo.

— además, no es sólo por eso que no quiero ir. Tus padres irán con nosotros y sabes lo mal que me llevo con tu mamá —.

— no te preocupes, nosotros iremos por nuestro lado, sólo tendremos que sentarnos juntos —.

— peor — dijo de forma exagerada volviendo a tomar su celular, viendo la foto con su hijo.

Jimin soltó una risa y se giro para verlo — mejor arregla tu cabello, ya casi nos vamos —.

Una hora después ya se encontraban en la gran casa de los Jeon.
Afuera de la propiedad habían unos cuantos autos, haciendo saber los pocos invitados, y es que no es que no fueran sino que la familia seleccionaba muy bien a quienes iban a sus reuniones.

Ambos salieron del auto, encontrándose con los padres de Jimin, quienes no habían entrado esperando a su único hijo.

— hola — saludo a sus padres con una sonrisa.

Su padre se acercó para abrazarlo, mientras su madre simplemente lo miró de arriba abajo, analizando su vestimenta, e hizo lo mismo con Taehyung, quien ignoraba la mirada de la mujer.

— te he dicho mil veces que no uses esos suéteres, sólo hacen ver más grande tu rostro — dijo Youngae a Jimin cuando este trató de saludarla. El pelinegro simplemente asintió ante las palabras de su madre — entremos de una vez —.

Y así lo hicieron.

Los cuatro se sentaron en una mesa, algo alejada de las demás.
Los dos más jóvenes se entretenían con los celulares mientras los mayores hablaban, y claro, la madre de Jimin juzgaba a cada invitado.

— es de muy mala educación no recibir a tus invitados, no puedo creer que ni siquiera lo hicieran con nosotros sabiendo la conversación que debemos de tener —.

— deben estar alistandose — murmuró Jimin harto de la actitud de la mayor.

— eso no es excusa — le contestó mientras sonreía falsamente a otros invitados — y pensar que ahora seremos familia — aquellas palabras loas dijo en tono de burla, y para ser sinceros, Jimin estaba preocupado de lo que haría su madre.

Taehyung miraba de reojo a los padres de su amigo, ambos sonreían a las personas que reconocían para después analizarlos de pies a cabeza, como siempre, juzgando cada aspecto de los demás como si ellos mismos fueran perfectos.

— Jimin, me acompañas por algo de beber? — más que una pregunta sonó cómo súplica, a lo que el pelinegro asintió y ambos se levantaron para ir donde estaba la mesa de bocadillos y algunas bebidas.

— perdón por entromenerte en esto, sólo quería... —.

— no te preocupes, te entiendo, además tú estuviste conmigo cuando fuimos a casa de Yoongi hace años — le animo dándole una sonrisa — y no confío en tus padres, creo que es mejor alguien que pueda dejarte con los pies en la tierra —.

— eres el mejor, lo sabes? — sonrió con cariño al castaño.

— lo sé, lo sé — dijo como si fuera lo más obvio, sacándole una risa al contrario — además, no voy a volver a dejarte solo con el imbecil de Jeon —.

𝙀𝙩𝙚𝙧𝙚𝙤⇢kookmin	 ¡Au!⬪˙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora