2.

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Los alumnos y demás compañeros ingresaron por la puerta principal de Comisaría, todos vestidos de Geo y suspirando cansados. La operación ya había acabado, pero a Horacio le quedaba toda la noche de trabajo.

Se distrajo respondiendo mensajes con su móvil, mientras todo el resto de los agentes fueron a los vestuarios a cambiarse.

— Nos vemos en la mañana, perro — se despidió Gustabo cuando pasó frente a él, palmeando un poco su hombro en señal de apoyo.

Horacio sólo suspiró una vez más y observó a los compañeros retirándose de la comisaría con cara de satisfacción.

Odiaba los turnos nocturnos, eran aburridos y nada concurridos. Nunca pasaba nada interesante y ahora que encima se había largado a llover con fuerza, estaba más que seguro de que, tal como siempre, ninguna alarma interesante llegaría.

— ¿Le toca quedarse? — preguntó el Comisario Volkov cuando lo vio allí parado en frente de la recepción.

— Así es, Comisario — Horacio volteó cuando le escuchó y no pudo evitar mostrar una sonrisa por su presencia — ¿Usted ya se va? —

— Negativo, me ha tocado quedarme también — el ruso evitó la mirada ajena algo nervioso por la brillante sonrisa que el menor le mostraba — Estoy reemplazando a Rodríguez por esta noche —

— Entiendo — El alumno afirmó su sonrisa — Pues mejor para mí —

— ¿Cómo? — Volkov se cruzó de brazos, pero su mirada de paseó por el cuerpo del contrario.

Ya lo había observado antes, era el único a quien podía diferenciar en aquel traje de GEO y es que le parecía demasiado atractivo. Aquellas prendas entallaban de una forma maravillosa en el perfecto cuerpo de Horacio y resaltaban muy bien sus fornidos músculos, se le hacía imposible no reconocerlo debajo de esas prendas.

Horacio notó la atenta mirada de su superior y se disculpó, malinterpretando la acción ajena.

— Disculpe, Comisario, me distraje un momento — habló enseguida, notando ahora que el ruso le miraba a la cara atento— Ahora mismo me cambio —

El mayor lo observó partir hacia los vestidores y su mirada lo siguió atentamente disfrutando las vistas que le brindaba la parte de atrás de Horacio.

Tragó saliva.

Volkov se quedó en la recepción leyendo unos informes que habían allí encima, concentrado al principio.
Luego se dio cuenta de que los minutos pasaban y el alumno no volvía.

No quiso darle importancia, tal vez sólo se estaba tomando su tiempo para cambiarse, pero tras media hora de no verlo salir del vestidor decidió ir a ver que todo estuviera en orden.

Se sorprendió cuando al entrar a dicha sala, encontró a Horacio aún con la ropa de GEO, pero bastante desaliñada y parecía tratar de querer desabrochar la parte superior.

Volkov soltó una pequeña risa por la escena, alarmando al menor.

— No me diga que no sabe quitarse el traje — el ruso mantuvo una sonrisa por la ternura que le provocó el alumno.

— No se burle, es la primera vez que lo uso — Se defendió Horacio, aunque marcando una sonrisa algo embelesado por lo atractivo que le pareció ese gesto en el rostro del comisario.

— ¿Y cómo hizo para ponérselo? — cuestionó el ruso acercándose al menor para colocarse justo en frente.

— Gustabo y el Super me ayudaron, ahora no entiendo bien cómo sacármelo — El menor respondió en un tono algo bajo debido a que volvió a concentrarse en observar su propia ropa y tratar de retirar el pesado chaleco superior.

One Shots Volkacio +18 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora