30

514K 37.8K 211K
                                    

Jungkook no sabía exactamente cuanto tiempo había pasado hasta que le entregaron a su pobre mascota, la cual se encontraba con una venda en la zona del ojo que perdió al igual que en su oreja herida. Byul estaba demasiado débil y por lo que le habían dicho, era un milagro que aún se encontrara con vida.

Él no dijo nada ante la persona que había curado a Byul, tan solo se mantuvo en silencio, con su mirada fija en su conejo, y después de escuchar a duras penas las explicaciones de la misma persona sobre como debía cuidarlo adecuadamente, le pidió en un débil susurro a Taehyung que buscara su billetera y pagara por él, ya que estaba demasiado cansado como para hacerlo por sí mismo y en ese momento tan solo tenía ganas de encerrarse en su habitación con su mascota.  

Y eso fue lo que hizo, se marchó, cerrando con seguro la puerta de su habitación y recostandose en la cama a pesar de que la misma se encontrara desordenada y con miles de cosas tiradas alrededor por el escándalo que había hecho Jungkook anteriormente.

Con cuidado, acercó a su conejo hacia sí, poniéndolo contra su pecho. Y a pesar de que sintió como su mascota temblaba, intentó calmarse y simplemente acariciarlo en silencio.

Aquella noche Taehyung no se quejó por tener que dormir en el sofá, ya que comprendía que Jungkook no estaba bien y en ese momento necesitaba su espacio. Además de que el hombre no parecía estar dispuesto a dejarlo pasar, quería estar solo.

Semanas habían pasado desde aquello, y a pesar del caos que se había formado en el circo por las acciones de Dongyul, Jimin y Yang Mi, siguieron su camino, recorriendo distintos lugares con la intención de encontrar a los familiares de Taehyung.

Mientras que los culpables del malestar de Jungkook habían sido encerrados en una jaula, pero esta vez la jaula no se encontraba junto a la del león, se encontraba afuera, siendo una jaula que podían transportar gracias a las ruedas que tenía abajo. Ataban a la misma a una de las casas rodantes y así la llevaban, con aquellas tres personas que se morían de frío por las noches y se aguantaban el calor insoportable que brindaba el sol durante el día.

Yang Mi, Dongyul y Jimin habían pasado a ser la burla del circo. Siendo humillados cada vez que se detenían al viajar, les arrojaban comida al piso de la jaula al alimentarlos, algunas veces tirandoselas en el rostro o en el cuerpo con la única intención de molestarlos. Los trataban peor que a los animales del circo, ellos se habían convertido en lo más bajo de aquel lugar y todos se divertían al humillarlos.

Al pasar de las semanas, Taehyung había visitado varios circos, más de tres para ser exactos. Y a pesar de que investigaban bastante, no había rastro alguno de sus familiares, tan solo parecía que habían desaparecido por completo, no se sabía nada de ellas.

Y que Jungkook esté tan distante, no ayudaba.

Ellos ya no dormían juntos, ni siquiera comían en el mismo lugar. Cada vez que Taehyung intentaba acercarse el payaso lo evitaba y se largaba de ahí, llevándose a Byul con él.

Lo único que hacía el pelinegro era cocinar para ambos, para después dejar el plato de Taehyung por un lado y él marcharse con el suyo hacia otra parte. Ni siquiera parecía querer hablar con él, estaba sumamente callado.

El rubio intentó, en verdad intentó mantenerse callado y soportar aquello, ya que sabía que Jungkook no se encontraba precisamente bien y prácticamente era como una bomba que explotaría en cualquier momento. Ya que el payaso ni siquiera había reaccionado al tener a Byul nuevamente, tan solo se mantenía inexpresivo, observando a su mascota tan fijamente que llegaba a causar escalofríos. Y el menor había tomado eso como una señal de advertencia al ver como el hombre no hacía nada, quizá reteniendo todo su dolor e ira.

Clown | KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora