¡La bandera no está!

1

Era una mañana bastante tranquila, bueno "tranquila" entre comillas, nunca era tranquila en el barco de los Sombrero de Paja.

Law solo se encontraba sentado en una parte de la cubierta observando con cierta distancia las idioteces de Mugiwara, ya poco a poco se había acostumbrado, aunque había veces en las que se arrepentía rotundamente, pero no iba a negar que a pesar de que sean unos aliados problemáticos, eran bastante confiables y poderosos.

Zoro se encontraba en la habitación de arriba del mástil, donde suele entrenar y vigilar por si había un enemigo o una isla cerca, en ese caso la isla fue la elegida a la vista del espadachín.

— ¡Oigan! ¡Hay una isla cerca! —avisó por el megáfono del barco, haciendo que los demás echaran un vistazo a la isla.

Luffy al escuchar a su compañero corrió rápidamente al frente de la cabeza del Sunny— ¡Oh! ¡Genial! Oye, Nami, vayamos allá.

— ¿Eh? ¿Para qué? —preguntó la navegante, pues esa isla parecía normal, ni si quiera parecía tener alguna civilización viviendo en ella.

— Puede ser divertido.

Law se acercó a los demás para dar explicación de que no podían perder el tiempo, pero fue interrumpido antes de que pudiera pronunciar si quiera una letra.

— Sería buena idea, ya casi no tengo medicamentos, sería útil si pudiera encontrar algunos ahí —pidió Chopper.

— Sirve también de que consigamos más comida, a este paso nuestra comida no durará mucho, nuestra tripulación come mucho y más nuestro Capitán. Así que no sería mala idea —dijo la peli negra con una sonrisa tranquila hacia la navegante haciendo que el capitán se emocionara más, después de todo era comida.

Nami suspiró mientras tenía su mano en la cintura— Esta bien, entonces iremos, nos restableceremos y nos iremos, sino el Log Pose podría dañarse —cedió la pelinaranja llevándose la emoción de los demás y el suspiro cansado de Law, ¿Qué más podía decir? Incluso si decía nadie le haría caso.

•••

Al llegar ya todos estaban preparados, la mayoría se quedaría en el barco y solo Usopp, Chopper y Luffy bajarían, era una isla tranquila, no podía pasar nada malo ... ¿verdad?

— ¡Comida! ¡No te preocupes, Sanji! ¡Yo me encargo! —y en eso salió disparado el capitán energético hacia el bosque.

— ¡Cuento contigo, capitán!

Por primera vez intentaban confiar en que no se metiera en problemas, era una isla bastante calmada para ser verdad en el Nuevo Mundo, aunque tenían sus dudas, pues isla alocada o isla tranquila... ¿Luffy cuando no ha causado problemas?

Usopp y Chopper fueron los siguientes en bajar y adentrarse al bosque a buscar algunas hierbas medicinales, y de paso Usopp aprovecharía también a buscar algunas que le fueran útiles para sus armas.

— Por fin paz... —suspiró Nami recostándose en una silla para el sol a lado de Robin quien se encontraba leyendo un libro.

— Por ahora —respondió la pelinegra ganándose algunas quejas de la peli naranja y está solo soltó una ligera risa.

Law se encontraba sentado en la cubierta, resignado de que había hecho una parada, aunque no lo iba a negar, disfrutaba esa paz y nadie de los que estaban a bordo lo molestaban.

Dirigió su mirada al esqueleto andante al ver como este se había quedado quieto mirando por encima del barandal del barco hacia el bosque.

Era una expresión un tanto cómica, ya que parecía que se había quedado sin vida por un momento, aunque ya estaba muerto, hasta que reaccionó.

— ¡Ahhh! ¡Marinos! —gritó alarmando a todos, poniéndose a la defensiva cerca de la orilla del barco, incluso a Law.

— ¿¡M-marinos!? —preguntó Nami también algo nerviosa, su paz no había durado nada como era de esperarse.

Estos dirigieron la mirada a los marines que se encontraban al otro lado de la playa, pero realmente no estaban muy apartados ¿cómo diablos no pudieron darse cuenta?

Estos no eran cualquier marine, eran del barco del humitos, el cual no tardó en percatarse de los Mugiwaras poniéndose así a la defensiva a punto de lanzarse a ellos igual que su siempre acompañante Tashigi.

— Es Smoker, ¿Ahora qué hacemos? Luffy y los demás no han regresado —chasqueó la lengua el cocinero que al ver a Smoker se puso listo para defender a sus bellas damiselas.

— Los llamaré por el den den mushi —dijo Nami mientras rápidamente sacaba el caracol parlante mientras el cocinero solo alababa lo lista que era Nami-swan.

— ¿Eh?

— ¿Qué pasa, Nami? —preguntó el cyborg a lado de las dos mujeres.

— Parece que no funciona el Den Den Mushi —respondió la mujer ganándose el "¿¡Qué!?" Unísono de sus compañeros y de Law.

— Ustedes... tripulación Mugiwara ¿¡Qué diablos hacen aquí!? —preguntó el pelo cenizo, subiendo al barandal del Sunny haciendo que los demás retrocedieran listos para defender lo suyo.

— Eso debería preguntarles a ustedes —contestó Law de igual manera a la defensiva, pues no era de la tripulación, pero también le perjudica a él.

— Trafalgar Law. —contestó con cierta seriedad Smoker al notar a otro de los suspernovas a bordo del barco de los Mugiwaras.

— ¡Oh! ¡Aniki! —gritó un marine desde la arena llamando la atención del marine cenizo y de la tripulación Mugiwara.

— ¡Oh! Ustedes y... ¡Tashigi-chwan~! —dijo el cocinero con énfasis en la a, mientras empezaba a hacer su clásico baile de enamorado— ¿Qué están haciendo aquí?

— Ah, es que Aniki, nuestro barco fue envuelto en una tormenta, terminó con daños graves y naufragamos hasta aquí —contestó un marine sin ninguna preocupación.

— Si, y no tenemos señal para hablar con el cuartel y pedir un rescate.

— ¡Idiotas! ¿¡Por qué le dicen eso!? —regañó Smoker a sus hombres, por obvias razones, como puede decir tan a la ligera que nadie vendría por ellos.

— Ya veo, al parecer esta isla tapa cualquier comunicación —dijo Robin mientras colocaba su mano en su barbilla pensando.

Franky bajo del Sunny ignorando a Smoker, pasando a lado de Tashigi y yendo hacia el barco de los marines— Ciertamente está en pésimas condiciones... ¿Qué no tienen ningún carpintero a bordo? —preguntó el cyborg dando una vista a los G-5 que claramente todos eran casi casi unos delincuentes de la justicia— Olviden lo que pregunté.

Nami entre todos los pensamientos, se le ocurrió una idea— Si nos dejan tranquilos, Franky les arreglará el barco —señaló al cyborg. Aún no podían irse, los otros no habían vuelto y no los dejarían ahí, aparte de eso sentía que el clima empezaba a no ser muy bueno.

— ¿Ah? ¡No decidas las cosas por tu cuenta, Nami! —replicó el cyborg.

— ¿Qué dices? —ignoró Nami.

— ¡Escucha a las personas cuando hablan!

— ¿Ayuda de unos piratas? Sería un deshonor para un marine aceptarla —respondió Smoker, diciendo claramente un "no" aunque eso no pensaron lo mismo sus seguidores.

— ¡Si! ¡Una vez más ayudaremos al increíble cyborg! —dijo uno de los marines mientras los otros le seguían el rollo.

— ¡Oigan! —replicó Smoker pero fue completamente ignorado, después de todo, eran como unos niños.