Tommy Lee [ One Shot ]

Parte 1

Bueno... Aquí estaba de nuevo, en la casa de Vince tomando algunos tragos luego de haberlos ido a acompañar a grabar al estudio. Ya me había vuelto bastante apegada a ellos, están locos y son inmaduros, así que como no me llevaría bien con ellos.
Estaba sentada en un banquito apoyada sobre una mesada de cuarzo blanco, y llevaba un short con un buzo grande. Estoy totalmente perdida en mis pensamientos mientras dibujo en mi cuaderno un corazón... Intercalando trazos de dibujo y algún que otro trago de mi vaso con Jack Daniel. Supongo que el griterío de los muchachos ya era común así que solo ignore todo y seguí dibujando.
Estaba un tanto distraída, pero aun así me doy vuelta para observarlos un rato y reírme de sus estupideces. No se de que estaban hablando pero de la nada todos se rieron excepto Mick que parecía que no sabía cómo todavía soportaba a esos niños. Entonces Vince me miró y dijo:

— ¿Por qué no vienes un rato y te sientas conmigo?— Dijo mientras sonreía y hacía una seña para que me sentara sobre sus piernas.
Supongo que si estas con Motley Crue te acostumbras a ese tipo de comentarios. Así que simplemente acote una pequeña carcajada.

— No Vince, no voy a sentarme en tus piernas.— Dije haciendo una leve negación con mi cabeza y volviendo mi vista al dibujo, para luego continuar. — Además, en todo caso eso solo pasaría si Tommy me lo pidiese.— No importaba si lo dijera, supongo, no creo que pase de todas formas.

Iba a seguir trabajando en mi dibujo, pero entonces lo escuché.

— ¿Entonces porque todavía sigues ahí dulzura?— Dijo Tommy en un tono con un poco de superioridad y una sonrisa algo socarrona. Era algo normal que me tratara así. Aunque lo mire un tanto sorprendido, la verdad es que no creí que eso pasara. A veces me lo imaginaba. Pero esto era distinto.

— Porque no me siento con la confianza para hacerlo Tommy, no soy una de tus rubias modelos plásticas.— Dije. Era bastante insegura, y no me sentiría muy cómoda. Me daría mucha vergüenza, seguro.

— Corazón. No importa lo que te digan estos imbéciles, eres perfecta, nunca cambies. — Dijo Mick. Realmente era el que mejor sabía tratar a las mujeres, por eso lo amo.  El resto era más... ¿Como decirlo? ... Juguetones tal vez.

— Gracias Mick. — Dije para luego sonreírle. Él se paro y se fue a alguna habitación para descansar supongo.
No se porque pero desvié mi mirada a sus ojos, los cuales adoraba, expresaban todo de él, era adictivo, así que volví mi vista hacia mí cuaderno e intente seguir dibujando. Por último le di un largo trago a mi vaso. Y fue cuando Tommy habló.

— Hey amor, ven un minuto. — Dijo algo serio.

— ¿Qué quieres Tommy? — Pregunté. A veces se ponía como un niño pequeño.

— Solo ven aquí un minuto. —

Cerré mi cuaderno, me levanté y camine hacia él hasta quedar en frente suyo. Inmediatamente me tomó de la muñeca y me tiro hacia él para que cayera encima suyo, sentada sobre una de sus piernas. No se como no me di cuenta antes. Pero bueno, supongo que es porque me idiotiza. Todo él y su sonrisa perfecta. Puse mi antebrazo sobre su pecho e intente pararme, pero coloco una mano al rededor de mis caderas para que me vuelva a sentar sobre él.

— Ay Dios, no ¡Tommy! ¿En serio? — Dije frustrada

— Sip, claro que si— Contestó con su típica sonrisa.

Me estaba poniendo un poco nerviosa, y con razón. Estaba sobre el regazo de Tommy Lee. Lo que de hecho no sé cómo no pasó antes, supongo que gracias a Mick. Reí un poco para liberarme de los nervios.

— Eres imposible Tommy. En serio. — Dije con una gran sonrisa y una pequeña carcajada. — Vamos chicos ayúdenme.— Les pedí

— Oooh no, yo no me meto. — Dijo Nikki. Y me voltee para ver a Vince