Parte 2

639 25 0
                                        

Un momento perfecto, tan solo con Nikki, Tommy y una botella de Jack Daniels. Seguimos divirtiendonos por un rato, charlando de idioteces, y riéndonos de cualquier cosa.
Ya eran como las tres de la mañana y Nikki se había ofrecido a llevar al zombie de Vince a su habitación. Tardó demasiado en que medio se despertará para así llevarlo, algo que me pareció un tanto gracioso, ya que hace tanto tiempo son una banda con este tipo de problemas y todavía no se dieron cuenta de cuál es el límite.
Mientras Nikki lo llevaba a su habitación yo me pare en busca de algunas frituras, creo que ya había sido demasiado alcohol. Al volver veo a Tommy como si hubiera estado viéndome durante mucho, como pensando en algo. No le preste atención y caminé para sentarme nuevamente en el sillón. Pero al pasar por su lado me tomo de la muñeca y casi volví a caerme sobre él solo que está vez apoyé una rodilla a su costado y la otra apenas apoyada en el sillón entre sus piernas.

— ¿De nuevo? ¿Que quieres ahora Tommy? — Le pregunté.

— ¿Te dije que te ves hermosa? —

— Gracias Tommy. — Le dije para luego sonreírle. Era todo un amor, pero seguro quería algo. Puse una mano al costado de su cuello y pregunté. — ¿Qué quieres Tommy? Te conozco. Se que quieres algo. — Le sonreí.

Pareció una eternidad mientras recorría cada centímetro de mi rostro con sus ojos, como si tuviera que pensar demasiado sus próximas palabras, hasta que se decidió hablar.

— A ti. — Dijo. Simple y corto. No sabía si creerle, tal vez es el alcohol, o simplemente necesitaba a alguien para tener sexo. Le sonreí de nuevo con un poco de incredulidad y volví a tirarme en el sillón con mis piernas sobre las suyas.

— No Tommy, no es así.— Trate de sonar lo más dulce posible. No sabía que decirle, ni como. — ¿Y sino por qué no llamas a alguna de tus rubias plásticas? Seguro vendrían corriendo. — Dije con un tono más de broma.

— No quiero a ninguna de esas, y no las voy a llamar. Te quiero a ti. Y a nadie mas. — Dijo mientras me miraba con dulzura, aunque trataba de esconder su sonrisa

— No se que decirte Tommy. Sabes que no soy esa clase de chica que solo quiere acostarse con alguien y tener un poco de diversión. — Dije, hice una pausa y continúe. — Yo quiero a alguien que al día siguiente cuando amanezca siga al lado mío. Y poder disfrutar de ese momento mientras los primeros rayos de sol aparecen.

— ¿Eso es un si? Sabes que cumpliré con lo que quieras. — Dijo con una sonrisa juguetona acercándose un poco a mi. — Si quieres que me quede por la mañana lo haré, y no deberías preocuparte de que sea por una sola noche, si quieres podríamos repetirlo cada vez que quisieras. — Dijo con un poco de deseo y diversión en los ojos.

— Mmm, no lo sé ¿Seguro? — Le pregunté juguetonamente mientras me paraba.

— Si. Seguro. —  Dijo y se paro de repente mientras yo intenté salir corriendo. Pero me tomo de mis caderas y me lanzó contra el sillón.
Ambos reímos con una sonrisa de oreja a oreja. En ese momento sentí como si todo desapareciera, y fuéramos nosotros dos simplemente. Pero obvio no duró porque el maldito de Tommy me estaba haciendo cosquillas. Dios, no podía parar de reír, me estaba retorciendo por la falta de aire.

— Noo... Hahaha, para To... Hahah, Tommy. —

Cuando paró de hacerme cosquillas  respire profundo tomando todo el oxígeno posible. Logré escuchar esa preciosa risa suya, y aunque no fue por mucho, me sentí completa. 

— ¿Entonces? — Dijo mientras pasaba su mano por mi muslo nuevamente.

— Depende... ¿Te veré a mi lado por la mañana? — Le pregunte mientras trataba de memorizar sus facciones.

Tommy Lee [ One Shot ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora