Capítulo 7

31 6 0
                                    

SeungHyun.



Pitido.

Había un pitido.

Un pitido incesante.

Estaba tranquilo, pero todavía lo suficientemente fuerte como para ser molesto.

Lo odiaba.

—Yongie.

Yongie lo haría parar.

—Seung. —Mi nombre fue susurrado.

Volví la cabeza y me obligué a abrir los ojos. Lamí mis labios
secos. Una cucharada de gloriosos trocitos de hielo fue puesta en
mi boca. Quería agradecerle al dios del hielo, quienquiera que
fuera. Estaba bastante seguro de que él acababa de salvarme la
vida.

—Oye, bebé, ¿cómo te sientes? —Yongie preguntó en un tono muy
bajo.

No tenía idea de por qué estaba susurrando.

—¿Tienes algún dolor?

Traté de darle la debida consideración a la pregunta, pero mi mirada seguía yendo hacia los círculos oscuros bajo los ojos de
Yongie.

—¿Qué pasa?

La sonrisa de Yongie se tambaleó.

—Nada está mal, amor.

Alcancé a Yongie, pero la sorpresa me atrapó cuando noté el IV en
la parte superior de mi mano.

—Yongie, qu...

—Te lastimaste, Seung. ¿Recuerdas? Te caíste de la parte superior del SUV y caíste en una rama de árbol. Pasó por tu pierna.

Fruncí el ceño mientras intentaba.

—¡Mierda! Ese estúpido árbol de Navidad.

La sonrisa de Yongie se ensanchó.

—Sí.

—¿Estás bien?

Yongie asintió.

—¿Los niños?

Específicamente TaeHyun. Había sido un gran soldado durante todo el asunto. Necesitaba saber cuánto habían ayudado sus esfuerzos
para asegurarse de que estaba bien.

—Los niños están bien. Están en casa con mis padres en este
momento.

—Necesito verlos.

—Llamaré a mamá y le pediré que los traiga para ver si el doctor
dice que está bien.

Me estremecí ante el dolor y la preocupación que podía ver en
los ojos de Yongie.

—¿Qué tan malo fue?

—No te voy a mentir, Seung. Fue bastante malo. —Yongie bajó la
mirada a sus dedos, girándolos alrededor de la manta. —Perdiste
mucha sangre. Por suerte, el daño real en tu pierna no fue tan
grave. Aún tenían que operarte para volver a coser los músculos.
Tienes algunos meses de terapia física antes de regreses al trabajo,
pero el médico parece pensar que deberías recuperarte por completo.

—¿Yongie?

Los ojos de Yongie estaban inundados de lágrimas cuando levantó la vista.

—Casi te mueres, Seung.

—Pero no lo hice.

—¡Podrías haberlo hecho! —Yongie se quebró. —Sólo hay espacio para un torpe en esta familia, y esa posición ya está ocupada.

Messy X-mas (gtop)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora