Buscándoles

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Isabelle encendió su móvil y pudo ver como tenía 28 mensajes de Dora preguntandole donde podía estar David,  25 de Louis para saber donde estaba y por que no contestaba a sus llamadas, también tenía 9 llamadas de Louis, otras 5 de Sandra y 12 de Dora. Todos estaban preocupados por ella, pero a Isabelle solo le preocupó las llamadas y mensajes de Louis y Sandra, por ello decidió llamar a Louis;

-¿Isabelle?¿Estás bien?

-Si, si, tranquilo, estoy bien.

-¿Por qué no contestabas?

-Estaba ocupada...lo siento.

-Vale, pero no lo vuelvas a hacer, nos tenías muy preocupados a todos.

-Perdón. Tenía que hacer lo que hice.

-No pasa nada. Pero yo tengo una mala noticia.

-Dime...no me asustes más de lo que ya estoy.

-Le ha debido de pasar algo malo a David...creo que Dora te está llamando, porque David no está en casa y cree que igual tu le viste irse.

-Tranquilo, no le pasa nada...lo que si quiero es que vengas a Portugal. Necesito que estes aqui. Conmigo. Y así te contaré una cosa.

-Está bien, ire, pero volveré,  porque tengo que trabajar.

-Vale. Un beso.

-Un beso princesa.

Colgaron e Isabelle estaba más tranquila, al menos ahora David ya sabía que estaban bien.

Solo la quedaba llamar a Sandra, iba a llamarla cuando recibió una llamada suya;

-¡Lidia! Al fin me contestas al teléfono.

-Perdona, estaba en un asunto.

-No pasa nada y ya me contó Louis que estás en Portugal.¿Qué haces allí?

-Nada especial...bueno si...ya te contaré.

-No, no y no. Yo voy mañana mismo para allá y me lo cuentas.

-Bueno, si quieres.

-Claro que quiero. Bueno hasta mañana. Un besito. Y me alegro de que estes bien.

-Un besin. Hasta mañana. Y gracias.

Ahora Isabelle ya había hablado con toda la gente excepto con Carlota y Alberto, pero se imaginaba que Louis y Sandra les llamarían.

Observó a David y le vió con una sonrisa inmensa, unos ojos azules preciosos y ese pelo color miel que tanto le gustaba a Isabelle. Sin duda era su hijo, pero tenía que demostrarlo.

De repente comenzó a sonar el teléfono,  era Dora, Isabelle respondió,  pero se quedó un largo silencio entre Dora y ella.

Nothing can come between you and iDonde viven las historias. Descúbrelo ahora