Bariloche es conocido por sus paisajes y su importante vida nocturna. Esta comprende caminatas, excursiones nocturnas y por supuesto los boliches. Éstos últimos son la principal razón de que muchos egresados elijan a nuestra ciudad para una semana inolvidable.
Si uno busca "Vida nocturna Bariloche" en la red, las páginas de los boliches aparecen ofreciendo tours e información de los establecimientos. Según "Bares y Boliches", son cinco las opciones primordiales; Cerebro, Genux, Grisu, Rocket y By Pass. Junto con una breve descripción se encuentra la edad promedio: 22-25. Los egresados, que normalmente tienen entre 18 y 17 años se encuentran en ambientes preparados para estudiantes y exclusivos. Sin embargo, la importancia del turismo estudiantil es tal que para los residentes es muy difícil ingresar; para ello hay que tener contactos y suerte. Además, son muy estrictos en lo referente a la edad y al documento. A cambio, ofrecen un lugar para bailar y tomar digno de disfrutar. La pregunta es ,¿por qué discriminan a la población residente? Porque, aunque usualmente se utiliza este término para referirse a la separación entre sectores sociales, esta es la frecuente realidad de muchos barilochenses: tener boliches de primera y no poder ingresar. Las noches se llenan de intentos fallidos de entrada, de reclamos y frustración. ¿No les conviene abrir para los locales? Ellos tienen la necesidad de bailar, como cualquier otro joven. Pero "La empresa se reserva el derecho de admisión" es la excusa perfecta para decir "Usted es de acá, no entra."
A partir de este rechazo, otros establecimientos menos preparados sobreviven. Aún así, estamos hablando de aquellos que tienen edad para bailar. Entonces, ¿adónde van a bailar los adolescentes de entre catorce y diecisiete años? Estos boliches abren, cada uno con su personalidad, para los menores. Muchos, se abalan en que a los diecisiete podes entrar y otros eligen directamente al azar, uno entra, uno es rechazado. Esta es la cruel verdad, no hay lugares para los menores residentes donde les aseguren la entrada. Las matinés y las fiestas de quince pasan, pero la necesidad del encuentro nocturno no desaparece. Las opciones constan desde tener contactos dentro, tentar a la suerte o falsificación de documento. Por lo tanto, hay menores en pubs frecuentados a su vez por mayores. Algunos aprovechan la situación; la falta de regulación con respecto al consumo de alcohol es débil en algunos locales. Adolecentes bailan con un alto nivel de alcohol en la sangre y así ocurren las tragedias y los abusos. ¿Para qué dejar entrar a menores y no regular la venta de bebidas alcohólicas y energizantes? Después de todo, hay una norma que prohíbe las tres cosas.
La municipalidad no regula esto, sino que cierra estos lugares cuando es muy alevoso que allí se incumple la Ley. Mientras tanto, muchos títulos aparecen a la mañana del sábado y del viernes en dónde los accidentes son los protagonistas.
No se a quién corresponde arreglar esta situación. Aunque sí estoy segura de que la falta de regulación y espacios para bailar benefician al crimen. Espero, cómo muchos, un espacio controlado, dónde la venta de bebidas sea blanca, frecuentado por adolecentes y no por adultos abusadores y dónde tenga la entrada asegurada. Sería un negocio lucrativo, porque se niega que el "Negocio es el alcohol". Por eso, ¿qué mejor manera que abrir un local para desmentir esta frase? Bailar se ha convertido en un lujo que depende de esperar a no ser rechazado.
![](https://img.wattpad.com/cover/34283603-288-k8f9d42.jpg)