𝐅 𝐋 𝐀 𝐑 𝐄 𝐒| S. Stilinski

O 3 𝘁𝗿𝗮𝗶𝗻𝗶𝗻𝗴

capítulo 3
“entrenamiento”

Los entrenamientos de Allison habían comenzado, Hades era consciente de eso por eso andaba con especial cuidado. Sabía que a ella también la "entrenarian" y eso significaba desperdiciar horas en pruebas estúpidas.
Con el cigarrillo en mano, gafas de sol en plena noche y la capucha puesta se encaminaba a aquella gasolinera donde le vendían alcohol a menores.

Todo se fué a la mierda cuando escuchó sigilosos pasos tras ella. Se giró al sentir una presencia detrás, estampó el puño contra el rostro del hombre que dió ciertos pasos para atrás. Si quiera se había dado cuenta de que tenía a otra persona detrás, y cuando lo hizo su nariz ya estaba siendo tapada junto a su boca con un trapo. Quedó inconsciente a los dos minutos de no dejar de moverse para intentar salir del agarre.

Sus ojos se abrieron lenta y torturosamente, acostumbradose a la luz que entraba de algún sitio desconocido para ella. Estaba aturdida más lo primero en lo que pensó era que ya era de día, cuando salió eran las cuatro de la mañana ¿Cuanto había estado inconsciente? Dejó de importarle al instante cuanto notó el frió. No llevaba su sudadera y el frió de la mañana la estaba helando de pies a cabeza. Estaba atada a una silla.
Observó su alrededor, estaba en lo que parecía la habitación de una cabaña, solo que estaba oscura y las maderas pintaban ser antiguas. Debía de librarse rápidamente si no quería helarse. Se sintió insultada, porque podría librarse de ello en menos de cinco minutos.
Se levantó aún atada a la silla y se estampó de espaldas contra una pared, lo intentó un par deveces mas hasta romper la silla y librarse de la soga que la ataba.
Le dolía la espalda, pero aquello era irrelevante. Se acercó a la puerta, intentando abrirla descubrió que estaba cerrada con llave.

Hades de pequeña solía colarse en el despacho de su madre, pero siempre estaba cerrado. Aprendió como abrir cerraduras con una orquilla que siempre traía en el pelo. Y eso hizo en ese instantes. Salió de la habitación y luego de la cabaña, tiritando por el frío. Al salir se encontró a un hombre apoyado en un coche negro. Christian, uno de los tantos cazadores que siempre andaban con su padre cual guardaespaldas. Hades lo despreciaba a todos.

——Enohorabuena.

——Hablame de nuevo y te parto la nariz—Hades de malhumor se subió al coche. Le habían jodido el resto del día.

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Siendo las seis de la mañana no tenía que acudir al instituto aún. Le encantaban las mañanas, pero no aquella.
Se vestía rápidamente con ropa cómoda y negra, lo suficientemente cómoda como para ir a cazar. Desde que Hades tenía razón de memoria le gustaba cazar, quitarle la vida a otro ser vivo no le daba remordimientos si no que le hacía sentir poderosa. Pero nadie podía culparla, se había criado con Victoria, Kate y Gerard Argent's.

——¿Vas a cazar?—Victoria estaba apoyada en el marco de la puerta, observando la habitación de su hija echa un desastre.

——Si.