Capítulo 13 parte 2

11 6 26
                                    

Sarah:

Las cenas de mi madre eran famosas entre otras cosas por la buena comida y es que cada año daba lo mejor de sí misma para lograr tales resultados. Mientras los primeros platos eran servidos una suave música de fondo acompañaba el ambiente. Nuestro comedor era realmente amplio pero con unas veinte mesas ocupadas por hasta diez personas el espacio parecía haberse reducido.

El año nuevo en mi familia se había convertido en una tradición, donde por una noche olvidábamos a que nos dedicábamos para concentrarnos en compartir con la familia y amigos. Esa noche no había muertes, ni sangre, estaba totalmente prohibido hablar de negocios o realizarlos. Por esto y otras cosas era uno de mis días favoritos de año, si bien me gustaba todo el mundo de la mafia también era una adolescente que disfrutaba estar con sus seres queridos.

— No Dariel, Thomas no es gay y tú no le interesas. Te estaba tomando el pelo —explicó Cami.

— Pero de ser gay, si me gustarías — intervino Thomas.

— ¿Segura que no lo es? —preguntó Dariel mirándolo con nerviosismo.

— Como que lo conocemos desde siempre. Solo quiere molestarte no le hagas caso —agregó Juli lanzándole una mirada asesina a Thomas.

— Tienen razón Dariel, tu ignóralo como hacemos todos —comenté y los chicos comenzaron a reír a la par que Thomas me miraba mal. Di un trago de mi copa mientras lo miraba sin dejar de sonreír.

— Me las vas a pagar Dickinson — susurró Thomas acercándose para que los demás no escucharan. De reojo alcancé a ver como Sebastián apretaba la mandíbula.

— Quiero verte intentarlo Roger — contesté volviendo la atención a mi amigo. Me guiñó un ojo y se alejó para seguir hablando con mis amigos.

Volví mi vista a Sebastián que aún se encontraba mirándome, había estado serio desde que llegó, me miraba con frialdad y era sumamente extraño ya que solía ser más juguetón. Estaba ansiosa por preguntarle qué diablos sucedía con él.

— Chicas, mañana deberíamos hacer una pijamada en mi casa — propuso Cami llamando mi atención, así que despegué mis ojos de Sebas para concentrarme en mis amigas.

— Me encanta la idea —aseguró Julia — Será la primera vez que Alejandra se nos una.

— ¡Es cierto, tenemos que hacer la mejor pijamada de todas! — exclamé con emoción.

— ¡Vas a ser una gran noche! —dijo Ale uniéndose a nuestra emoción.

— Me abandonas por mi hermana —comentó Samuel haciéndole un puchero a Julia.

— Lo siento, pero las noches de chicas son sagradas.

— ¿Qué tal si nos invitan? — pidió Sam

— Pierdes tu tiempo, de todas las veces que estas tres se han quedado juntas a dormir nos han dejado participar dos veces — explicó Thomás.

— Una en mi cumpleaños y otra en el suyo — agregó Christian señalándose a sí mismo y luego a Thomas.

— Y fue porque no teníamos otro regalo —intervine yo.

— ¿Pero se puede saber que hacen esa noche? —preguntó Dariel mirando con los ojos muy abiertos a Cami que estaba a su lado

— Mejor que no sepas — respondió Chris.

— Tendríamos que matarte si te enteras —añadió Camila.

— Así que nada de contarle a los chicos al otro día —amenacé a Ale con mi cuchillo.

Entre Amor y ArmasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora