2. El reencuentro

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Theo

Estaba tan emocionado, iba a volver a mi hogar, iba a volver a estar con mis amigos, especialmente con Emma. En estos 10 años me hizo mucha falta, siempre pensé que nunca dejaríamos de hablarnos, pero todo cambió 3 años después de que me fuera. 

Nadie de nuestros conocidos sabían que volveríamos, así que íbamos a darles una sorpresa, ya quería ver la cara de Emma al reencontrarnos, tengo que admitirlo, estaba enamorado de ella. Le hubiera confesado mis sentimientos, pero tenía miedo de que eso arruinara nuestra amistad, así que decidí no decirle. 

Ya estábamos llegando a nuestro viejo hogar, nunca lo vendimos por cualquier imprevisto. Al llegar me fijé por la ventana de la habitación de Emma, capaz la vería por la ventana, pero me sorprendí cuando estaba cerrada por una cortina negra, cuando éramos chicos recuerdo que me dijo que odiaba el negro, al perecer eso cambió. 

Luego de entrar las cosas a la casa, los padres de Emma pasaron a saludar, pero ella no estaba con ellos. Les pregunté donde podía encontrarla y me contestaron que en la pista de skate, este último tiempo le había empezado a gustar. 

Inmediatamente salí corriendo hacia allí, luego de 10 minutos la encontré, pero no sentí que era ella. La chica dulce, tímida y tierna ya no estaba, en cambio, me encontré a una chica rodeada de varias personas, tomando, fumando y escuchando música. De primer momento no la reconocí, pero esos ojos azules son difíciles de olvidar.
Debo haber estado un par de minutos viendola, no podía creer que fuera ella, de un momento a otro ella se dio vuelta para mi lado y nuestras miradas se conectaron.
No me había dado cuenta de que estaba yendo en mi dirección hasta que estuvo al frente mío.

-¿Theo?- preguntó anonadada.
-Hola Emma, te prometí que iba a volver- le dijo él con melancolía.
Nos quedamos mirándonos unos segundos hasta que un chico nos interrumpió.
-Emma ya nos vamos- le dijo de mala gana- venís ahora o nos vamos sin vos-.
-Ya voy Matheo- le respondió con mal humor- fue un gusto volver a verte Theo-.
-Lo mismo digo Emma- la saludé con una sonrisa.

Al irse la noté cambiada, en todo sentido, desde su forma de hablar hasta su vestimenta. También me di cuenta que ese chico Matheo la estaba tocando, y eso parecía no gustarle mucho a Emma. Entonces se me ocurrió seguirlos.
Los empecé a seguir sin que se dieran cuenta, o eso pensé yo, hasta que 2 chicos de atrás me agarran por lo brazos.

-¿Quién sos y qué querés?-me preguntó Matheo en un tono amenazador.
-Sólo soy un simple chico que camina por la ciudad-le respondí en un tono sarcástico.
-Matheo ya déjalo- le insistió Emma.
-No Emma, el chico nuevo se quiere hacer el gracioso y no lo va a conseguir-le respondió furioso.
-Para tu información, no soy nuevo- le dije en un tono sarcástico, sí, de vuelta- antes vivía acá, Emma lo puede confirmar ¿ O no Emma?-.
-Emmm, sí, el vivía acá, pero se mudó hace unos años- le respondió Emma, pero de una forma más tranquila.

Al escuchar eso, ambos chicos me soltaron.

-Bueno, ya, vete y no vuelvas a caminar por estos lados- me amenazó Matheo.
-Con mucho gusto-.

Antes de irme, le guiñe el ojo a Emma.

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Ya eran las 8:00 de la noche y estaba cansado por el día que tuve, mañana era el último día de vacaciones. Por la página de la escuela me enteré que habrá una fiesta en la noche, y no pienso perdermela.

Él me salvóDonde viven las historias. Descúbrelo ahora