Roto.

743 68 32
                                    


-Basta Touya... Por favor sueltame...- chillaba un joven omega de ojos rojos quien era sujetado por su alfa de su cabello.

-Deja de llorar, callate, esto te pasa por no haber preparado la comida.. - soltaba enojado mientras apretaba su agarre en el cabello del chico haciéndolo gritar del dolor.

-Perdón....no me sentía bien... Yo.... - trataba de que su esposo lo soltara.

-No haces nada... Yo salgo y trabajo, lo único que pido es que mi inútil y estúpido omega haga algo bueno en su patética vida... - dijo mientras caminaba a la cocina de su hogar sin soltar al chico, arrastrandolo.

-Lo siento... Realmente lo siento... - salían lágrimas gruesas del chico mientras trataba de levantarse del suelo y caminar esto siendo imposible, sus piernas le dolían, no las aguantaba, no podía levantarse.

-"Lo siento"... Eres un maldito inservible... Ahora prepararas algo... - ordenó mientras tomaba fuerza y movía con fuerza la cabellera celeste de un lado a otro y soltandola de golpe estrellandola con un mueble de cocina.

-Si.... En un momento estará tu comida Touya... - dijo en susurro mientras trataba de ignorar el dolor en sus piernas y cabeza y tratando de ponerse de pie algo que esto último fallo, pues al estar de pie inmediatamente callo al suelo.

-Levántate... -. Ordenó mirando al chico con asco.

-Si, sólo un momento.... Necesito... Ahhhh-. Suplicaba paciencia algo que nunca llegó pues su esposo lo tomó nuevamente de su cabello.

-Eres una basura... Me largo... - dijo para soltarlo bruscamente y dejarlo solo en la cocina tirado.

El chico de delgada apariencia escucho como la puerta principal era azotada indicando la salida de su mayor.

El joven se quedó llorando en el suelo preguntándose cuando había sucedido todo esto.
¿En que momento todo cambió?

Preguntárselo a sí era sencillo, el bien sabía la respuesta, todo comenzó cuando su esposo dejó llevarse por la "grandeza" de ser un alfa según sus compañeros, su padre y su suegro.

Todos le dijeron que para ser un gran Alfa el debía poner en su casa un aura de respeto y grandeza a su persona, su esposo siempre había sido alguien que respetaba a todos los omegas, lo respetaba a él y lo amaba, hasta el día donde se dejó convencer de todo lo que decía la sociedad y sus estereotipos, hasta el día en que su madre murió, hasta el día en el que perdió a su primer hijo.

Touya Todoroki odiaba a su esposo, un alfa odiaba a su omega, ¿Por qué?, por qué el omega no pudo dar vida a un cachorro fuerte y sano, sino que dio vida a uno débil que no pudo con su propia vida y murió a la hora de haber nacido.

Desde ese día, después de aquel día de desgracia toda su vida matrimonial se fue al caño.

Su esposo no soportaba verlo ni en pintura, le recordaba lo inútil que era para el mundo todo el tiempo, le hacía sentir dolor físico y mental cada día de su vida por el hecho de no ser mejor omega.

El día anterior lo había lanzado por las escaleras cinco veces por no haber ordenado el hogar, gracias a esto y los constantes golpes que recibía era por el que sus piernas le dolían tanto, además sumando las veces que su pelinegro llegaba a casa en un estado perdido por el alcohol donde lo hacía tener relaciones con el a la fuerza, esto le estaba destruyendo la parte inferior de su cuerpo.

Era algo extraño, su instinto omega se sentía "bien" en esas noches de violencia íntima solo por el hecho de saber que su alfa aun odiandolo y maltratandolo este le era fiel y no se había acostado con otros omegas, era como si de una manera buscará un poco de cariño y consolación entre todo su tormento.

As The. -DabiShiga-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora