• Capítulo 4 •

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"Sangre virgen"

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     Ruidosa, así empezó su mañana, todos estaban alborotados en su salón de clases debido a una nueva noticia, más cuerpos sin vida se encontraron no muy lejos de la zona, todos decían que era un asesino serial con fanatismo por la sangre, o quizás un satanista que les quitaba toda la sangre a sus víctimas para usarla en rituales satánicos.

     Obviamente él sabía cuál era la respuesta de esos crímenes, pero no podía decir nada, sabía que lo iban a tomar por loco, o quizás no tanto, con las cosas que han estado ocurriendo ya todos estaban sacando teorías locas.

Bakugō, ¿Te encuentras bien? Te ves muy pensativo —cuestiona Kirishima viéndolo con atención.

—¿Mm? Ah, bueno, solo estoy un poco preocupado, ya sabes, eso del asesino serial.

—¿Crees que pueda estar en nuestra zona? —pregunta Kaminari metiéndose en la conversación.

Es lo más probable —lamenta Bakugō viendo hacia la ventana, no había señal de Todoroki en ninguna parte.

No digas eso, siempre hay que pensar en positivo —pide el pelirrojo cruzándose de brazos.

Si pasara algo yo faltaría a clases.

—¿Crees que eso ayudaría en algo? Lo más inteligente es ir acompañado siempre —sugirió Sero—, solo piénsalo, si es solo un asesino, si vamos en grupos grandes de cinco personas no podría hacernos nada.

—¿Y cómo harías para regresar a casa? En algún momento tienes que apartarte para regresar a casa, ya sea caminando o en bicicleta ¿No?

—Mm... Bueno, en eso tienes razón, si los policías no se ponen a hacer guardia en ciertas zonas podría seguir pasando.

     Escuchaba con atención lo que sus amigos sugerían para no estar en la lista de posibles víctimas, era inquietante que tuvieran que preocuparse por temas peligrosos, pero era su realidad en ese momento.

     Y como se lo esperaban, la seguridad en las calles aumentó, algunos se sintieron más seguros, mientras que otros siguieron pensando que no era suficiente, y no lo era, pues al día siguiente se encontró a un policía sumamente herido, no murió de milagro, en su declaración dijo que fue atacado por un joven de cabello blanco y ojos turquesas brillantes.

     Se hizo un retrato hablado del sospechoso, y nadie supo de quién se podía tratar. Por el morbo Katsuki investigó el caso y al ver la imagen del sujeto lo reconoció al instante como el hermano del vampiro bicolor.

     Era difícil ver la cara de aquel desgraciado, era consciente de que él fue el único que corrió con suerte de haberse cruzado con el albino y salido con vida para contarlo. Seguía sin comprender el porqué fue seleccionado para portar con la esencia de ese vampiro, no había nada que lo hiciera diferente al resto... ¿O sí?

     Unos golpes en su ventana lo hacen voltear, no había nada ni nadie, cosa que lo hizo sospechar, se puso de pie y se acercó, afuera tampoco había nadie, igual el sonido no había sido provocado por una roca o una rana, parecían toques de un dedo, estaba seguro.

Buenas noches~.

     Con velocidad dirige su mirada hacia donde escuchó la voz y nota al mismo vampiro que había visto apenas hace unos momentos en las noticias sentado en su cama, se había quedado sin aliento, aunque no quería admitirlo sintió miedo, ¿Acaso había ido a reclamar su sello y luego a comérselo?...

La mansión de sangre © [Todobaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora