La mansión de sangre © [Todobaku]

• Capítulo 2 •

"Los vampiros sí existen"
•~•~•

—¡...!

—Tú, humano... necesito que vengas conmigo.

     Katsuki aún con el susto observa a los alrededores, no había nadie más en el baño, volvió a observar el espejo pero en este no estaba el heterocromático reflejado.

—Te estoy hablando a ti —volvió a hablar.

—Esto no es real... tú no eres real... —susurró el rubio ceniza cerrando los ojos y caminando hacia la salida a pesar de que el bicolor estaba en medio de su camino.

     Pensó que lo atravesaría, pero fue todo lo contrario, tuvieron un pequeño tacto gracias a la cercanía del estudiante, al instante se volvió a alejar, no era una ilusión ni mucho menos un fantasma.

—¿Crees que no soy real?

—¿Qué mierda eres? —cuestionó el de mirada carmesí frunciendo más su ceño.

—¿Vendrás conmigo o no?

     Justo en esos momentos un par de estudiantes entran a los baños conversando con tranquilidad, incluso reían, no le prestaron mucha atención a Bakugō, pero procuraron mantenerse alejado de él porque este tenía una mala reputación gracias a su personalidad tan explosiva.

     Por otro lado, el rubio ceniza se sorprendió bastante cuando ambos jóvenes atravesaron el cuerpo del más alto como si nada, parecía que nadie podía ni verlo o tocarlo a excepción de él.

—Quítate... —murmuró intentando pasar a un lado, pero el bicolor no se lo permitió.

—Necesito hablar contigo, de lo contrario ninguno de los dos terminaremos bien.

—¿Qué quieres decir con eso?

—Ven conmigo y te lo explicaré.

—No me fío de ti —gruñó, los chicos que se encontraban en el baño se le quedaron viendo con extrañeza ya que parecía hablar con alguien invisible.

—Nadie lo hace, pero eso no importa, ambos nos necesitamos así que vámonos a otro lado antes de que te vean como un esquizofrénico.

—Tch —rodó los ojos y les dedicó una mirada fulminante a los otros estudiantes para ver si de esa manera querrían abrir la boca.

      Finalmente, el tipo de la capa se quitó de su camino, ambos salieron, pero Katsuki simplemente empezó a caminar de vuelta a su salón de clases.

—Oye —llamó el medio albino.

—Quieres hablar conmigo, lo sé, hablaremos, pero cuando mis clases terminen —ordenó bastante serio.

     El heterocromático soltó un suspiro y solo empezó a caminar detrás del estudiante, tenía que ser paciente con ese tipo, después de todo no podía descuidarlo.

     En toda la clase Todoroki se mantuvo atrás del salón en una sombra provocada por alguna columna o armario, no importara que el día esté nublado de igual forma le molestaba la escasa luz del sol.

     Mantenía cierta distancia del rubio ceniza, pero aún así se le quedaba mirando con atención, parecía ser bastante aplicado, no se veía para nada agresivo ni gritón, todo lo contrario, estaba tranquilo y prestando atención a cada cosa que decían los maestros.