Una mariposa se ha posado en la punta de la taza de su té caliente.
Los colores tan brillantes y vivos resaltan en su habitación oscura mientras ella se llena de reconfortantes momentos entre más mira las alas que aquella criatura tan delicada y hermosa.
El aleteo de sus alas se vuelve un mecanismo contado que ella va analizando a medida que sigue su vuelo por toda la habitación, porque aquella mariposa es vida y todo lo que toca se vuelve color.
Ahora posada en la punta de su nariz, ella vive y siente y ahora está llena de calidez, porque en su interior también es una criatura libre con una voluntad independiente que quiere abrir sus alas hacia el mundo y conquistarlo con la misma facilidad y esplendor que la criatura lo hace.
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Las palabras se deshojan como las flores.
Short StoryFuera, por la ventana, las estaciones cambiaban. Una muchacha se sentaba en el borde de ella todos los días y veía la gente pasar. Pero la gente sumida entre sus pensamientos, sus problemas y sus letargos, no sonreía. Y ella tampoco.